Deportes

Una locura con tensión, dudas y morbo

A dos semanas del final del campeonato, la locura se apoderó de la Liga española, donde una combinación de resultados podría deparar una última jornada en la que el Barcelona arrebatara el título al Atlético de Madrid para dárselo a su máximo rival, el Real Madrid.

Los tres tienen opciones al título, pero los resultados del fin de semana pusieron el torneo al rojo vivo y dejaron una única certeza: el líder, el Atlético de Madrid, será campeón si consigue cuatro de los últimos seis puntos en disputa.

Por su parte, el Real Madrid debe ganar los tres partidos que le quedan -juega mañana uno aplazado ante el Valladolid- y esperar que el líder pierda uno. Mientras, el Barcelona debe sumar seis puntos y que el conjunto blanco empate o pierda algún encuentro.

Pero no todo es tan obvio como las matemáticas, pues las últimas dos semanas de Liga proponen varios enfrentamientos morbosos y, visto lo ocurrido en la última jornada, nadie se atreve a asegurar que todos los equipos hagan pleno de triunfos.

El Atlético de Madrid es el que mejor lo tiene, pues es el único que depende de sí mismo, aunque eso no ha sido siempre lo mejor a lo largo de su historia. Lo primero que tiene que hacer es ganar el domingo al Málaga de Bernd Schuster, antiguo jugador de Real Madrid, Barcelona y el propio Atlético. Nada se juega el Málaga, pero tampoco lo hacía el domingo el Levante, que dio la gran sorpresa al vencer 2-0 al conjunto rojiblanco.

El equipo de Diego Simeone terminará el torneo con su visita al Camp Nou, un partido que ahora mismo plantea una cuestión clave: ¿Se dejaría ganar el Barcelona para que el Real Madrid no se llevara la Liga?

El Real Madrid debe vencer a Valladolid, Celta y Espanyol si quiere defender sus opciones de título y es probable que necesitara la ayuda del Barcelona. El último empate 2-2 en casa ante el Valencia lastró claramente sus opciones y ahora se ve rodeado de angustias. El morbo estará servido el domingo en su enfrentamiento ante el Celta. El equipo gallego tiene como entrenador a Luis Enrique, un ex jugador que cambió el Real Madrid por el Barcelona y que es odiado por la hinchada blanca.

No sólo eso, sino que Luis Enrique es uno de los más firmes candidatos a ocupar el puesto de entrenador del Barcelona para la próxima temporada. Aunque nada se juegue el Celta, es fácil pensar que jugará extramotivado ante el Real Madrid.

Y queda el Barcelona, cuyos jugadores se despidieron ante los medios de la temporada para ver 24 horas después que sus opciones renacían. Y de qué manera.

El conjunto de Gerardo Martino jugará el domingo en el campo del Elche -lleno de necesidad por su proximidad al descenso- y acabará ante el Atlético de Madrid en el encuentro más espinoso de todos los implicados.

Si los tres equipos ganan todos sus partidos hasta la cita del Camp Nou, el Barcelona se vería obligado a ganar al Atlético de Madrid y esperar que el Real Madrid no lo hiciera ante el Espanyol. Es decir, que podría darse el caso de que los azulgrana le dieran el título a su odiado enemigo blanco.

El presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, disparó ayer las suspicacias al declarar a la emisora catalana RAC1: "Si el Barça no se juega nada, quizás hará un partido para ganar sin esforzarse. Si no se juega nada, ¿qué es lo que va a hacer? ¿Matarse? ¿Arriesgar que los jugadores se lesionen, para que los jugadores se lesionen en el último partido de la temporada?".

Si la lucha por el título llega viva hasta la última jornada, todos los partidos se jugarán en el mismo horario, así que probablemente los smartphones echarán humo en los banquillos.

Lo que es seguro es que la tensión está servida. "Tenemos por delante semanas de emoción, de fútbol puro", resumió el domingo el técnico del Atlético, Diego Simeone. "Ahora la Liga es mucho más divertida".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios