Una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete ocho, nueve y diez: Rafael Nadal logró un hito en la historia del tenis al ganar su décimo título en Roland Garros, una hegemonía que empezó cuando era casi un adolescente. Con una melena hasta los hombros, camiseta sin mangas, 19 años recién cumplidos y un bíceps gigantesco ganó por primera vez. Ahora, 12 años después se ve a un Nadal más fino, con el pelo corto y cicatrices por todo el cuerpo tras una carrera plagada de lesiones y éxitos.

En 2005 se deshizo del argentino Mariano Puerta, 37 mundial, por 6-7 (6-8), 6-3, 6-1 y 7-5, tras doblegar en semifinal a Federer, a quien sí doblegó en la final de 2006 (1-6, 6-1, 6-4 y 7-6 (7-4)) y de 2007 (6-3, 4-6, 6-3, 6-4). El de 2008 fue el Nadal más arrollador visto hasta el momento. Ganó el torneo sin perder un set y en la final aplastó a Federer por 6-1, 6-3 y 6-0.

En 2010 recuperó el trono que perdió en 2009, derrotando en la final (6-4, 6-2 y 6-4) a quien que lo había eliminado un año antes, el sueco Robin Soderling. En la final de 2011 volvió a ganarle a Federer (7-5, 7-6 (7-3), 5-7 y 6-1), una edición antes de iniciar sus duelos en la altura ante Djokovic, entonces número uno ( 6-4, 6-3, 2-6 y 7-5).

El octavo título llegó en 2013 tras ganarle a Ferrer en la final ( 6-3, 6-2 y 6-3), dos días después de tumbar a Djokovic en semifinal (6-4, 3-6, 6-1, 6-7 (3-7) y 9-7). En 2014 Nadal volvió a tumbar al serbio (3-6, 7-5, 6-2 y 6-4).