Medio año da para mucho. Seis meses es un periodo de tiempo tan grande que aunque transcurra por medio el parón veraniego que va entre una temporada y otra es casi imposible que un equipo se pase 180 días sin ganar un partido de Liga. Casi imposible, salvo que seas el Granada, claro, que se ha empeñado esta temporada en seguir acumulando récords negativos, en firmar la temporada más triste de las 23 que lleva ya en la máxima categoría del fútbol nacional.

Tras ser incapaz de vencer en sus últimas comparecencias en casa ante equipos, a priori, de su Liga como el Eibar, el Leganés o el Sporting de Gijón, el compromiso frente al Deportivo de la Coruña del pasado sábado se presentaba como una sensacional oportunidad para alcanzar por fin el ansiado triunfo, para recortar la distancia con la zona de permanencia, dar una alegría a su sufrida hinchada y engancharse al campeonato.

Después de recibir sólo un gol en los dos últimos encuentros y de dar una buena imagen en el Camp Nou, era sí o sí, no se podía fallar contra los gallegos, pero se falló.

El 1-1 final ante los deportivistas ha provocado que el Granada alcance ya el medio año sin conseguir una victoria en Liga. Será concretamente mañana martes, 8 de noviembre, cuando se cumplan los seis meses desde que el equipo rojiblanco celebrara su último triunfo en Primera.

Fue el 8 de mayo de este mismo año cuando, en encuentro correspondiente a la penúltima jornada de la pasada campaña, los nazaríes vencieron en un partido inolvidable para todos los aficionados granadinistas por 1-4 al Sevilla en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán.

Ese triunfo, claro pero agónico porque los goles que trajeron los tres puntos para Granada llegaron en la recta final del duelo, permitió al equipo dirigido entonces por José González alcanzar la permanencia en Primera de forma matemática y convertir en un trámite el choque de la última jornada ante el Barcelona en el Nuevo Los Cármenes.

Desde entonces, en el medio año que ha transcurrido desde ese choque, el cuadro que ahora entrena Lucas Alcaraz sólo ha sido capaz de lograr cuatro empates y ha cosechado ocho derrotas en los doce partidos de Liga que ha disputado.

Esos encuentros son el citado frente al Barça que cerraba la pasada campaña y los once de este curso. Otro dato para tirarse de los pelos, en las 23 temporadas que el Granada lleva en la máxima categoría, la actual es la primera en que ha sido incapaz de ganar alguno de los seis primeros partidos de Liga que ha disputado como local, ya que ha caído ante Athletic, Eibar y Leganés, y ha empatado frente a Villarreal, Sporting de Gijón y Deportivo de la Coruña.

Pese al pobrísimo balance de cuatro puntos en once jornadas y a acumular otra más sin ganar, este fin de semana no ha disminuido pero tampoco ha aumentado la renta de puntos entre el equipo y la zona de permanencia, que sigue en seis. Además, hay hasta tres conjuntos que marcan con diez unidades el corte de la permanencia: el Leganés, el propio Deportivo de la Coruña y el Valencia, que será el rival del Granada, en Mestalla en la siguiente jornada de Liga.

Tras el parón de selecciones del próximo fin de semana, el equipo de Alcaraz deberá de afrontar dos encuentros seguidos como visitante, ya que tras la visita al Valencia deberá viajar a Vigo para jugar ante el Celta.