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Por la mismísima borda

  • Una pena El CB Granada desaprovecha una gran oportunidad para lograr su primer triunfo en la cancha del Baskonia Descontrol En el tramo final nadie hizo nada bien para cerrar un partido que estaba ganado

Al CB Granada sólo le bastó 79 segundos para tirar por la borda la posibilidad más que real de lograr su primer triunfo en la pista del Caja Laboral. El cuadro granadino tuvo en su mano la ocasión de hacer historia y, lo que es más importante, meterse de lleno y de verdad, en la lucha por disputar el play off por el título. En ese corto espacio de tiempo se pasó del todo a la nada, del poder haber salido del Buesa Arena con una inmensa alegría a hacerlo con ganas de darse de cabezazos contra... Y es que se pudo ganar y se perdió, porque ayer el CB Granada fue el que dejó que el partido se le fuera de las manos. El Caja Laboral, muy castigado por el cansancio después de luchar hasta la extenuación por meterse en la Final Four de la Euroliga, sólo tuvo que recoger el regalo que le hicieron Trifón Poch y los suyos.

A falta de un minuto y 19 segundos, el conjunto nazarí se las prometía muy felices. Justo antes Aguilar había enchufado un triple (63-69) y en ese momento Hunter le colocó un soberano tapón a English. Hendrix recogió el rechace y pasó el balón a Rannikko. Ahí se torció todo. Y de qué manera. El finés perdió el balón cuando apenas había dado un par de pasos y, para colmo, fruto de una inmensa frustración no supo controlarse y cometió una innecesaria personal a San Emeterio mientras éste anotaba. El adicional puso el marcador en 66-69 (a 1'09'' para el final).

Todavía se podía ganar, pero se perdieron los papeles y no hubo nadie capaz de recomponer la situación empezando por el propio Poch, que ni paró el partido ni puso la batuta en manos de Gianella cuando era evidente que Rannikko no hacía más que pensar en su gran error. Sin orden ni concierto el CB Granada se lanzó al ataque y Stefansson lanzó de cualquier manera. La pelota no entró. Luego, Splitter hizo valer su poderío bajo el aro visitante (68-69). Hunter perdió el balón en la siguiente jugada ofensiva sin siquiera haber tirado. Nueva falta de Rannikko y San Emeterio no perdonó desde la línea de tiros libres (70-69). Es en este momento cuando Poch paró el partido y colocó a Gianella: aún quedaban 23 segundos. Con poco orden el balón le llegó a Aguilar que opta por jugársela de tres (valía una de dos). El granadino estaba en la perpendicular del aro y más solo que la una. La pelota no pasó por el aro y el gozo que se palpaba poco antes se fue directo al fondo del pozo. Se jugó el triunfo a un cara o cruz cuando se pudo evitar que hubiera que lanzar la moneda al aire.

Con mayor o menor suerte, el comienzo de los granadinos fue bajo la consigna de una efectiva defensa, lo que forzó a continuas pérdidas a sus anfitriones. Pero el ataque no acompañó, entre otras cosas, porque no entró ninguno de los triples que se intentaron en los primeros compases. Aún así, el CB Granada fue por delante y llegó a tener una ventaja de cinco puntos (7-12, 6'). Ivanovic intentó dar otro aire a los suyos al sustituir a Ribas por Huertas. El cambio surtió efecto. Dos triples consecutivos de los locales dieron la vuelta a los guarismos. Tras una leve oposición, los visitantes perdieron un poco el sitio y de vista a Teletovic. En el último minuto y medio, sin puntería ni claridad en la pista delantera, recibieron un parcial de 6-0 que dejó los guarismos en 19-14 (10').

Un tiro de tres de Huertas al inicio del segundo acto elevó el parcial (22-14) y, por unos instantes, el cuadro granadino se vio inmerso en un total desconcierto, incrementado por sus grandes problemas para cerrar el rebote. El amago de ruptura fue cortado de raíz cuando apareció en escena el juego exterior de los visitantes, que endosaron un parcial de 0-11 (22-26, a 4' para el descanso). Stefansson, primero, y la conexión entre Gianella y Hendrix, después, mantuvieron al CB Granada, que llegó al intermedio con sólo dos puntos de desventaja: 32-30.

En la reanudación se volvió a repetir la historia. Los baskonistas amagaron con irse en el marcador (7-0), pero a los de Ivanovic se les notaba en exceso el esfuerzo realizado en Europa y se vieron sin resuello. Los granadinos lo aprovecharon para retomar el mando (43-44, 26').

El partido estaba en un quiero y no quiero por parte de todos cuando los colegiados señalaron una técnica a los locales tras una personal de Ribas. Los granadinos no sacaron petróleo al fallar tres tiros libres consecutivos. A pesar de ello, un momentáneo y notable bajón de los vitorianos se tradujo en la máxima ventaja del CB Granada (46-54, 29'). Pero los de Poch dieron la impresión de que el rival estaba demasiado tocado y se relajaron en exceso. Un 6-0 en apenas 54 segundos dejaron al Caja Laboral a la estela de sus invitados antes de iniciarse el último acto: 52-54.

En el último acto, tras un intercambio de canastas, los granadinos, de la mano de Jimmie Hunter, rompieron un poco la igualdad (59-64). En esas se estaba cuando llegó el triple esperanzador de Aguilar y el tapón del propio Hunter. A trascartón, el desaguisado y la tremenda decepción.

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