Granada cf-athletic

El paradigma de Helenio (0-0)

  • El Granada vuelve a sacar un empate en un partido en el que en el tramo final desaprovecha hasta cuatro ocasiones claras para marcar a pesar de estar con diez sobre el terreno de juego

Un punto. Otra vez un punto. Así no sale el Granada del pozo ni a empujones. El de ayer ante el Athletic, por momentos pudo saber a más tras un mayor control de los visitantes y la expulsión de Insúa en el minuto 67', pero al final supo a poco. Y es que se hizo bueno el dicho del mago Helenio Herrera y los de Abel Resino jugaron mejor con diez que con once. Y mejor con Rober, que salió para jugar los últimos 20 minutos, que sin él. No es que fuera una exhibición, pero en ese cuarto de hora final los rojiblancos desperdiciaron hasta cuatro ocasiones claras para marcar, pero sigue fallando la puntería. Piti quizá tuvo demasiada, pues estrelló un balón en el poste lo que era una magnífica oportunidad para que el Granada hubiera dado un auténtico puñetazo en la mesa. En las otras tres, lo de siempre: el desviado punto de mira. Una pena.

Fue un partido extraño. Cuando el partido estuvo once contra once la impresión era de que fue el Athletic el que mandó más sobre el terreno de juego. Los visitantes presionaron más y merodearon más el área granadina. Estrellaron dos balones en el poste, pero apenas tiraron más entre los tres palos. El Granada buscó la contra, pero a veces se erró en el último pase y en otras, como se ha escrito, en la definición. Por lo menos el punto sirve para abandonar el farolillo rojo de Primera División.

Cuando todo apuntaba que se iba a repetir alineación por tercera vez consecutiva, Abel sorprendió al dar el carnet de delantero centro a Colunga, algo que se puede considerar lógico dada la falta de gol que tiene el equipo. Y no se quedó ahí el toledano, pues también optó por Candeias en lugar de Rober, con lo que Lass volvió a su banda natural. Y como dato anecdótico, ayer hubo seis españoles en el once titular, un hecho que no se producía hace mucho tiempo.

 

 

Apenas había pasado un minuto cuando Lass demostró que donde está más cómodo por la derecha. El guineano colgó un balón perfecto al área donde Candeias estuvo a punto de estrenarse. Fue la primera muestra del interés del Granada por crear peligro. Pero el choque en seguida decayó en una concatenación de imprecisiones que llevó al balón a ir de un lado a otro como gallina sin cabeza. La primera ocasión visitante la protagonizó... Oier. Al meta se le escapó el balón a la salida de un córner y el susto fue mayúsculo (9'). Poco después, el meta estuvo atento en una salida ante Aduriz. Estas jugadas parecieron espabilar al Athletic, que  estuvo a punto de marcar en un gran pase de Muniain al área chica que no encontró rematador. Al cuarto de hora, el mando aparentemente era de los vascos.

 

Piti protagonizó el primer lanzamiento entre los tres palos. Tras un pase de Lass, el balón le llegó al borde del área desde donde empaló según le vino. Iraizoz detuvo el disparo, muy ajustado al palo (17'). Fue un oasis, porque el Granada siguió sin encontrar su sitio. Mikel Rico estuvo a punto de gastársela a su antigua parroquia. El ex granadinista remató al palo tras un saque de falta. También fue claro el cabezazo de Aduriz a un pase de Susaeta desde la derecha que no fue gol por poco (23').

 

Aunque el Athletic siguió llevando la iniciativa y el peligro, el Granada gozó de una gran ocasión pasada la media hora. Falta que botó Fran Rico y tremendo el cabezazo de Babin. El balón iba a la escuadra, pero ahí apareció una mano de Iraizoz, que se lució en su estirada (32'). Los bilbaínos contestaron con un chut demasiado cruzado de De Marcos (37'). En el último tramo del primer acto el partido se convirtió en un toma y daca, con el balón de un lado a otro con escaso criterio.

 

En la reanudación volvió a salir el Athletic  con ganas de presionar ante un Granada  que quizá pensaba en una jugada aislada. Como en una que desbarató la lentitud de Lass en el momento de meter el balón en el área. El guineano había protagonizado una jugada semejante en el primer tiempo al no saber meter un balón al que podría haber llegado Piti. A pesar de tener menos control, el Granada fue el que tiró primero que hizo intervenir al portero rival. Iraizoz paró con algún problema un tiro de Piti que pudo haber sacado algo más si hubiera controlado de primeras.

 

Abel movió el banquillo para dar salida a los dos sacrificados respecto a la jornada anterior. Salieron Córdoba y Rober por Colunga y Lass, respectivamente. Justo después, jugada entre 'Ricos'. Mikel tocó lo suficiente para evitar que Fran cabeceara casi a placer a la salida de un córner (66'). Y a trascartón se le complicó el choque al Granada cuando Insúa hizo una terrorífica entrada sobre Susaeta que le costó la expulsión directa. Abel se vio obligado a sacar a Foulquier en lugar de Candeias. Y a sufrir.

El Athletic apretó consciente de su superioridad. Oier aguantó los primeros envites de los vizcaínos, sobre todo en un intento de pase de la muerte de Aduriz que cortó el meta (73'). Parecía que la situación se iba poner aún más cuesta arriba cuando Piti se echó la mano al muslo. Quedaban más de diez minutos. El catalán siguió en el campo, forzó su quinta amarilla y, lo que son las cosas, tuvo en sus botas la ocasión más clara de los locales. Fue tras una gran jugada de Rober dentro del área. Su centro al segundo palo le llegó a Piti, que empaló el esférico y éste se estrelló de plano en el poste (82'). Un minuto después lo hizo Muniain, aunque su chut desde el borde del área rozó el palo por fuera.

 

Los últimos minutos fueron de infarto. El Athletic intentó meter al Granada en su campo y lo que se produjo fue el efecto contrario, pues los locales dispusieron de tres ocasiones más para marcar.  Todas ellas las generó Rober desde su banda. Y los encargados de estropear las jugadas fueron Fran Rico, Córdoba y Piti. Si alguno de ellos hubiera apuntado me jor el canto del gallo habría sido otro.

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