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Al penúltimo disparo a puerta fue la vencida

  • Siqueira, desde el punto de penalti, el único capaz de marcar

A la penúltima fue la vencida. Tuvo que ser desde el punto de penalti -una vez más magistralmente ejecutado por Siqueira- y casi en el último minuto. Aunque por lo visto ayer, si no es desde los once metros el gol hubiera pasado inadvertido ayer en El Sardinero. Porque el último disparo de la tarde santanderina debió de ser el segundo tanto del Granada, pero la clarísima ocasión de Uche se fue al limbo. Antes, el conjunto de Abel Resino tiró más que su anfitrión, dio un palo, llegó más al área contraria, lanzó más córneres y, además, vio menos cartulinas amarillas. Si fuera por los números, los rojiblancos ganaron por goleada, pero eso de hacer que el balón visite el interior de la portería rival costó en el pasado, cuesta en el presente y ¿costará en el futuro? Claro que los problemas del Racing son aún mayores. Menos mal.

Como abrir una lata de cerveza agitada. Así salió el Granada CF al césped de El Sardinero. En apenas un cuarto de hora protagonizó la mayoría (casi el 80 por ciento) de sus disparos sobre el marco local en el primer tiempo. Eso sí, le costó ajustar el punto de mira y, cuando lo hizo, apuntó tanto que estrelló un balón en el poste, obra de Ighalo. Antes, un tiro que, exagerando un poco, se perdió por la línea de fondo más bien cerca del banderín de córner. Y otro, de Uche, tan, tan, tan desviado que se fue por la banda contraria. También pegado al susodicho banderín.

Tras la mejor ocasión de toda la primera mitad, los disparos rojiblancos, casi siempre lejanos, fueron mejor enfilados, pero se toparon con el meta Mario, que en ocasiones se adornó en demasía. Según avanzaron los minutos, los de Abel fueron diluyendo sus cifras, aunque en el balance de los primeros 45 minutos fue muy superior. Faltó el gol... ¡qué novedad!

Tardó mucho el Racing en dejarse notar delante de Roberto, cuyas intervenciones fueron anecdóticas. Pero cuando los cántabros lo hicieron fue para dar un pequeño susto. Los locales, que en el tramo final del acto inaugural se estiraron un poco, destacaron por el número de faltas. Y poco más.

El inicio de la segunda parte fue parecido, pero al revés. Fue el Racing el que pisó el césped con más ímpetu. Y tuvieron alguna ocasión meridianamente clara. Aunque puso el ritmo, sus tiros sobre el arco de Roberto fueron cada vez más esporádicos. El Granada tampoco estuvo acertado. Dani Benítez lo intentó en un par de faltas desde ultramar. Hasta que llegó el penalti, la oportunidad más clara la tuvo Uche, pero su tiro fue interrumpido por Mario. Lo cierto es que el segundo tiempo fue propio de dos equipos que están donde están. El Racing, eso sí, detrás del Granada.

Cuando el enfrentamiento moría llegaron el penalti, el gol de Siqueira y los tres puntos. La jugada fue redonda.

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