El Granada 74 hizo un partido lamentable ante el Córdoba y perdió con toda justicia. Paco Jémez, técnico cordobesista, le ganó ayer la partida a Antonio Tapia al plantear un choque de mucha presión y ausencia de espacios que maniató desde el minuto 1 hasta el 90 al cuadro local. El equipo granadino, que se presentó con muchas ausencias, no encontró nunca el ritmo ni tampoco tuvo el dominio de la escena, acabando sin moral y desesperado tras el infructuoso paso de los minutos. Para colmo, Saizar se fue lesionado a los tres minutos de aparecer en el campo, y ni los ayer titulares por primera vez, Viator y Xisco Nadal, especialmente el primero, ofrecieron nada al respetable, como el resto de sus compañeros.

Si el '74' pretendía enganchar a más aficionados en la segunda vuelta, por el momento está muy alejado de su objetivo. El más importante, el deportivo, tampoco es que peligre a estas alturas, pero convendría no prolongar más la racha en la que se encuentra inmerso el equipo, que acumula cinco jornadas sin ganar y que ayer dio una muy mala sensación al mostrarse carente de ideas y sin capacidad de reacción.

El once fue inédito, motivado en gran parte por la extensa lista de ausencias con la que se presentó el equipo rojillo. Viator fue el sustituto de Assemoassa en la izquierda, y el francés se mostró nervioso, sin ritmo y con nula confianza. Cristían Díaz 'hizo' de Fagoaga, mientras Alberto intentó sustituir a Gibanel, mostrándose poco disciplinado y normalmente desacertado. Xisco Nadal comenzó en la derecha, aunque poco después se fue a la media punta. El mallorquín entró muy poco en juego y no tuvo ni un balón para encarar o chutar. Del resto sólo se salvan Ruz, por su garra pese a tener que marcar al más peligroso del partido (Juanlu), y Javi Guerra, quien al menos intentó darle sentido a los ataques cuando tuvo la oportunidad de relacionarse con el cuero.

El Córdoba salió mejor desde el principio, controlando el cuero y los espacios. La defensa se situó adelantada y muy cercana a los dos medios centros, Ito y Acciari, realizando una presión muy efectiva y un achique de espacios que nunca lograron romper los rojillos. Además, sus hombres de banda -Juanlu y Cristian Álvarez- fueron verticales, explosivos y entraron mucho en juego, como la pareja formada por Julio Pineda y Arthuro, que hicieron trabajar a Crespí y Cristian Díaz.

Tras un primer cuarto de hora de dominio visitante, llegó el primer gol, que dejó patente la falta de tensión del equipo a la hora de defender. La jugada fue a balón parado, una falta que botó Cristian Álvarez y que rechazó en la barrera; el cuero le cayó a Juanlu quien, sin oposición, disparó desde fuera del área y sorprendió a Jaime por el palo corto.

El tanto reafirmó la convicción de los cordobesistas, que se mostraron siempre concentrados y con una perfecta sintonía a la hora de defender, no solo de la defensa. No obstante, el '74' logró dar un pasito adelante y al menos equilibró la posesión del esférico, aunque sin llegar en jugada trenzada, y sólo inquietar algo a balón parado, suerte en la que ayer tampoco estuvo fino. Varios saques de esquina se fueron al limbo, fallando Alberto la única ocasión de los suyos al cabecear precipitadamente un balón que era para Falcón, quien hubiera rematado desde una mucho mejor posición (38').

Dos penaltis se pidieron en el primer acto, uno en cada área, pero ni Luque ni Pineda encontrarón aliado en el colegiado, que no lo vio claro (desde la grada tampoco parecieron).

No tardó Tapia en mover el banquillo tras el descanso. El primero en ser sacrificado fue Falcón, quien mediada la primera parte se fue a la derecha y desapareció por completo. En su lugar entró Saizar, pero el guipuzccoano sólo duró tres minutos en el campo, pues le cayó encima del tobillo el espigado Pierini y se marchó en camilla, con una bola enorme en su pie izquierdo. En su lugar fue Elvis el elegido. El nigeriano tuvo pocas opciones, y en la única clara se cruzó en su camino Francisco, que fue el tercero en saltar al campo, por Xisco Nadal. El almeriense intentó apartarse de la trayectoria del disparo, pero el cuero se estrelló en su espalda (72').

Con anterioridad el Córdoba había rozado el gol en varias ocasiones, mostrándose mucho más peligroso del centro del campo hacia adelante que su oponente, especialmente Juanlu.

El mal partido de Viator estuvo a punto de convertirse en el 0-2 tras dejar el francés un balón muerto en la frontal del área que Arthuro desaprovechó, para acto seguido ser expulsado por doble amarilla.

Pero la expulsión no derivó más que en el segundo tanto de los cordobesistas, materializado de forma magistral por Cristian Álvarez, quien alojó el cuero en la escuadra de falta directa desde la frontal y sin dar opción a Jaime a que llegara a su derechazo.

Ni siquiera en el primer tramo de la Liga, cuando el '74' llegó a visitar una jornada la zona de descenso, se dio una imagen tan mala como la exhibida ayer por los granadinos, que han pasado de encandilar, a aburrir. Sera cuestión de rachas...