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Si se perdona tanto...

  • ... Se pierde El Granada CF paga muy caro no matar el partido tras igualar en el inicio de la segunda parte y se deja tres puntos Certero El Sangonera aprovecha con máxima efectividad sus llegadas al área

Árbitro: Abraham Abad H (valenciano). Se equivocó pocas veces en sus apreciaciones.

Tarjetas: Amarillas Quintero (29'), Pina (70'), Álex Díez (88'); Dani Benítez (49'), Mainz (51') y Llamas (89').

Goles 1-0 (36') Javi Rodríguez. César Díaz le gana la espalda por la derecha a Llamas, llega hasta la línea de fondo, da el pase de la muerte hacia el centro del área, donde Javi Rodríguez controla, se da la vuelta y marca de fuerte tiro. 1-1 (53') Ighalo. Despeja Quintero, el balón da en la espalda de Momo y llega hasta Tariq, que habilita hacia Ighalo, que se mete en el área a trompicones, le pega con dificultad y bate al portero en su salida. 2-1 (81') Iván Díaz. Sebas supera a Nyom por la izquierda, centra hacia el área y allí Iván Díaz remata a media altura. 3-1 (86') César Díaz. El Sangonera monta una contra que aprovecha César Díaz por la banda derecha tras superar a Javi Casares y cruzar el esférico. 3-2 (88') Ighalo. Nyom cuelga un balón hacia el segundo palo, donde Tariq cabecea y llega hasta Ighalo, que marca a bocajarro.

Incidencias: Encuentro de la jornada vigésimo octava del Grupo IV de Segunda División B disputado en el estadio de Los Cármenes ante unos 800 espectadores, entre ellos medio centenar de seguidores rojiblancos. Terreno de juego en regulares condiciones.

Cualquiera que no presenciara el partido del Granada CF en Sangonera La Verde y viera el marcador, lo primero que pensaría es que el equipo volvió a las andadas de lo que ha sido una línea repetitiva cuando actúa a domicilio, pero hay que ser justos y reconocer que en esta ocasión el infortunio se cebó con el equipo que entrena Tomé. Los locales contaron con máxima efectividad y todas sus llegadas al área se convirtieron en goles. Ver para creer. Al conjunto granadino cabe achacarle, al margen de la mala suerte, que no fuera capaz de sentenciar el encuentro cuando lo tuvo en sus manos tras empatar en el inicio de la segunda parte.

No hizo lo que debía en ese momento y lo pagó muy caro. El Sagonera Atlético aprovechó su única aproximación al área hasta ese momento en la segunda parte para ponerse por delante. Algo difícil de explicar, pero no hay que olvidar que en el fútbol no siempre mandan los méritos y hay que estar más avispado para matar al rival cuando está contras las cuerdas. Eso lo debió hacer el Granada CF y lo dejó pasar. El precio final fue un severo castigo, de los que te dejan cara de tonto.

Se perdió una magnífica oportunidad para haber recortado distancias con el Melilla, al igual que se hizo la semana anterior. Los errores de Ighalo de cara al marco contrario pesaron como una losa y evitaron que se sumaran los tres puntos en tierras murcianas. Vuelve a dejar de depender de sí mismo y de momento ya no será suficiente con superar al cuadro norteafricano. Es la séptima derrota consecutiva fuera de casa, lo que supone un registro muy pobre para aspirar a la primera plaza. Casi la mitad de los desplazamientos se han acabado con saldo negativa, lo que representa un síntoma preocupante. Esta vez no debió suceder por los méritos contraídos, pero otras veces fue porque no se hizo lo que se debía. Nada hay que reprocharle a la actitud de los futbolistas.

El preparador leonés sorprendió al utilizar a una pareja de medios centros por la que casi nadie apostaba. Se daba por hecho que Álvaro Cámara iba a gozar de continuidad, después de estar a buen nivel ante el Atlético Ciudad, pero puede que Tomé se acordara del partido disputado en Lucena semanas atrás y prefirió dotar de mayor músculo a la zona medular para ganar ahí la partida al rival. Tetteh es como un muro en el centro del campo y decidió darle la alternativa desde el principio para acompañar a Lucena. También regresó al once Dani Benítez, que desperdició una magnífica oportunidad para reivindicarse después del banquillazo de las dos jornadas anteriores. Se encontró con el puesto por la indisposición de Collantes y no estuvo a la altura. Se perdió en guerras absurdas por su cuenta, que no conducían a nada. Se creía que Martín Ortega iba a tener una oportunidad de inicio, sin embargo en la derecha se ubicó Felipe, con libertad para incrustarse hacia el centro y ayudar así a los hombres de la medular.

El partido estuvo controlado por los rojiblancos durante casi toda la primera mitad. Supo atar a su rival, le cerró los espacios y le impidió proyectarse con peligro hacia el área. No parecía que hubiera riesgo, ya que fue el Granada CF el que más tiempo tenía el esférico, si bien es cierto que le costó llegar. Tetteh y Lucena presionaron mucho y lograron recuperar. El problema fue a la hora de elaborar las acciones del ataque. Cuando el equipo se ve con menos metros en el terreno de juego, se encogen las ideas y cuesta más profundizar por las bandas. Cabe contabilizar una oportunidad de Felipe (23'). Su disparo lo detuvo el guardameta del Sangonera.

Uno de los inconvenientes en el primer acto es que el ritmo se interrumpió mucho por la cantidad de faltas que señalizó el colegiado. Eso impidió que existiera continuidad en el juego. Cuando el Granada CF se vio con dificultades para crear, optó por el juego directo y buscó a Tariq. Pero sucedió lo que nadie podía prever. La primera llegada al área del equipo de Rafa Muñoz acabó con el balón dentro de la portería de José Juan. César Díaz le ganó la partida en velocidad a Llamas y cedió a Javi Rodríguez para que adelantara a los suyos. Poco después Mainz golpeó en la cabeza a José Juan en un balón colgado hacia el área, lo que provocó que no pudiera salir tras el descanso, al sentirse mareado y con pérdida parcial de la memoria.

Se había puesto cuesta arriba el duelo, aunque quedaba toda la segunda parte para enmendar la plana. El Granada CF mostró una cara más ambiciosa y se hizo el dueño de la situación. Se reclamó un penalti por caída dentro del área de Nyom (49'). Después se produjo la igualada con el tanto de Ighalo.

A partir de ese momento fue un monólogo con clarísimo color rojiblanco. Dispusieron de opciones Mainz (53') y Tariq (61'). Una de las mejores estuvo en las botas de Ighalo (62'). Recibió una asistencia de Benítez, hizo lo más complicado al recortar a un defensa, pero su intento de vaselina se encontró con un brazo del portero. Las ocasiones se sucedieron. Felipe (63'), Benítez (68' y 77'), Martín Ortega (75') y otra inmejorable de Ighalo (78'), que volvió a fallar en un mano a mano. Tanto perdonar se convirtió en un castigo a final. El Sangonera sí acertó en sus dos llegadas de la segunda mitad. Sebas y Álex Colorado le dieron otro aire a su equipo. Ighalo recortó distancias y casi hace el empate después, pero la suerte ya estaba echada.

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