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El peso de la calidad (1-1)

  • Un jugadón de Negredo, de Paul y Alcácer permite al Valencia rescatar un punto ante el mejor Granada de la temporada El asistente anula un gol legal a El Arabi que habría dado la victoria

Lo poco que le podía faltar ya a Caparrós era que le tocara un asistente de los malos. No es injusto atribuir a Marco Martínez que el Granada no marcase ayer. Puede que el equipo siga escaso de calidad y desequilibrio, pero ayer mereció ganarle al Valencia, por otra parte, como siempre. La de partidos con méritos rojiblancos para ganarle a este equipo y de ninguna manera se le puede ganar. Pero volviendo al del banderín, el reglamento estipula que si un fuera de juego es dudoso, no se pite. El gol que le anulan a El Arabi no lo fue, y ni siquiera genera dudas. Pero ahí es donde pesan los escudos, y el del Valencia, históricamente, soporta mucho más. Vistos los minutos finales, decidió el partido y dejó a Caparrós sin la bombona de aire que tanto se mereció ayer.

El elemento diferenciador iba a ser la calidad, y ahí sobre el papel el Valencia tenía las de ganar. Sobre todo mirando al banquillo. Nuno cambió su frente de ataque con la entrada de Alcácer y De Paul, un deseado por el Granada en verano, y por eso arañaron un punto. Antes de que entraran, la clase de Rodrigo y la contundencia de Negredo generaron un pase en profundidad del primero y disparo cruzado al poste del segundo. Ya con el internacional y el argentino en campo llegó la genialidad de los tres para el trallazo del 0-1 de Negredo. Aunque bien debió ser el 1-1, porque en el camino del Granada se cruzó el ínclito que corría la banda del Palacio de Deportes.

Pudo ser el mejor Granada de la temporada, sin exagerar. Maniató y dominó a todo un Valencia que fue una sombra de lo que se supone que es. Aun con ese punto menos de clase que su oponente, los de Caparrós, a base de intensidad y velocidad no dejaron obrar a su gusto a los de Nuno. La idea funcionó, pero requirió de un gran esfuerzo físico que evitó más facilidad arriba. Pero el plan de anoche vale. Tiene continuidad el uso de los flancos vislumbrado en Copa.

El Granada empezó incisivo y mordedor, como le gusta a su técnico, y como también acostumbra. No había otra forma de contrarrestar al Valencia. Apoyado mucho en la presión alta del conjunto, sobre todo de Iturra sobre el playmaker valencianista Parejo, los visitantes no la olieron en los diez primeros minutos. Las bandas, confirmadas como arma tras el partido de Copa, cambiaron sus protagonistas con respecto al miércoles. Juan Carlos atrasó su puesto a la defensa para poner por delante a Piti, que tuvo libertad de movimientos, en la parcela izquierda. Por la contraria, Nyom regresó a la titularidad en Liga para dejar a Foulquier por delante.

El arranque brioso del Granada contó con internadas de Foulquier y Nyom, y una falta de Piti muy peligrosa que estrelló en la barrera (9'). En el rechace, Juan Carlos centró y El Arabi no llegó a cabecear por unos pocos centímetros.

Pero bastaron dos escarceos valencianos para que el Granada empezara a dudar. En demasía. Los valencianos hicieron retroceder mucho a los de Caparrós, que de golpe y porrazo no eran capaces de sacar balones con criterio para contraatacar.

El encuentro se equilibró. Con dominio del Valencia, pero con un Granada más asentado. Negredo contestó un tiro lejano de Piti con la mejor ocasión del partido hasta ese momento (31'). Se quedó sólo ante Roberto tras llevársela ante Murillo de rebote, pero quiso definir al palo del portero de forma tan ajustada que la echó fuera.

Siguen siendo perennes los problemas del equipo al atacar con fluidez. Cualquier acercamiento a Diego Alves eran centros o jugadas trompicadas, y las pocas veces en las que Piti, Foulquier o los delanteros controlaban la pelota con espacio (y eso que el Valencia dejaba...) para imaginar, la escasez de ideas y la falta de apoyos facilitaban la tarea de la defensa.

Un remate fuera en el área chica de Foulquier, que se descolgó para recibir el pase de Fran Rico (59') fue otro aviso local. Que los de Caparrós no ganaran era injusto. Luego llegaron el gol de Negredo, y la anulación y posterior tanto de Success, que hacen que sean diez los partidos sin ganar.

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