Decepcionante resultó la pobre afluencia de espectadores en el partido ante el Tenerife. Cierto es que se juntaron varios factores para jugar en contra de la asistencia, pero aún así la impresión es que muchos se acomodaron y prefirieron destinar ese dinero a otros menesteres. Disputar el encuentro en medio de un puente y con el día de 'perros' que se presentó tiró por tierra la recaudación prevista. Quique Pina ya olía lo que podía pasar y tres días antes del encuentro trató de mentalizar a los aficionados rojiblancos de la trascendencia de los puntos a estas altura de la temporada. Pero ni aún así le hicieron caso algunos. Se quejó en parte, aunque da la impresión que se mordió la lengua y no quiso disparar en contra de una afición, que tan buenos momentos le ha hecho pasar.

l OTRO EXAMEN

Sólo cabe desear que no se repita una experiencia similar el día del Villarreal B. Ese partido se jugará en fecha de elecciones municipales. Será la antepenúltima jornada y la clasificación para la promoción de ascenso podría estar muy cerca de asegurarse. Todo va a ir en función de cómo se desarrollen los tres encuentros que se van a disputar en una semana. Del 7 al 15 de mayo se va aclarar mucho el panorama y algunos aspirantes pueden quedar descartados si no logran los puntos necesarios.

l AMPLIACIÓN

La escasa asistencia ante el Tenerife carga de razón a los que ven suficiente con cerrar las esquinas de Los Cármenes como ampliación definitiva para el estadio. No cabe ese ejemplo, porque ante el Betis y el Barcelona B se quedó pequeño. Lo que sí creo es que tampoco hay que exagerar para reinvindicar una instalación para 30.000 espectadores. Pienso que para una ciudad como Granada sería suficiente con una cantidad cercana a los 25.000. Estimo que no se necesita más.

l UNA AUTÉNTICA PENA

Da una auténtica pena ver la situación en la que se encuentra el Tenerife. Hace un año se estaba enfrentando a los grandes en Primera División y ahora está condenado a jugar muy pronto en Segunda División B. Un auténtico calvario por el que está pasando y a la espera de certificar el descenso matemático. En Granada ya sabemos lo que se sufre en esas situaciones. Durante más de dos décadas lo hemos padecido.