La crónica

Tres puntos para soñar

  • El Granada CF se sitúa a tres puntos de la promoción tras una jornada muy propicia. Los rojiblancos cuajaron una gran primera parte y quedaron a merced del Jaén en la segunda

Jornada redonda, aunque con exceso de sufrimiento, para el Granada CF, que de una tacada ha restado tres puntos de su desventaja con la zona noble de la tabla. Aún hay una distancia de otros tres, pero los rojiblancos entran vivos a los diez últimos partidos de la Liga tras dos victorias consecutivas, que no es poco tras lo llovido. El domingo en Talavera, ante otro rival ya desahuciado, los granadinistas tienen la opción de entrar de lleno en la lucha por la promoción.

Ayer era otra de esas finales que aún tiene por delante el Granada. No podía fallar. Y no lo hizo aunque, eso sí, mostrando dos caras.

En la primera parte jugó media hora primorosa, con un fútbol de calidad, gustándose, con toque, criterio y, lo que es mejor, aprovechando la movilidad de Ocaña, Israel y Vicente para hacer un fútbol menos previsible que de costumbre, con entradas por bandas, sí, pero también con apoyos, triangulaciones y paredes que le permitieron crear peligro por todos lados.

A los cinco minutos, llegó el primer disparo, obra de Gorka Pintado, aunque muy desviado. Eso fue lo único destacado del cuarto de hora inicial, que resultó tedioso, con mucho centrocampismo carente de elaboración ofensiva. Pero todo cambió a los quince minutos, tras un arranque de casta de Javi García, y un mal rechace de la zaga visitante. Ocaña pisó área y obligó a Calleja a lucirse para enviar a córner. Lo ejecutó Vicente e Israel, en el primer palo, remató con picardía cruzado para adelantar a los rojiblancos. Al contrario de otras ocasiones, mucho premio con poco esfuerzo. El gol llegó bien para aplacar ánimos y asentar inquietudes. El Granada cambió de forma radical y se desmelenó.

Tocando bien y con fundamento los rojiblancos, la grada protestó un posible penalti del cancerbero Calleja, quien arrolló en el área a Gorka, algo que el árbitro obvió.

Los locales disfrutaban de unos muy buenos minutos de fútbol, gracias, además de la movilidad, a la rápida circulación del esférico. Otiñano trató de sorprender desde lejos con un gran disparo (25’), que se marchó alto por poco.

Tampoco estuvo acertado ‘Oti’ cuando se quedó solo delante de Calleja tras una excelente cesión de Gorka (27’) y perdonó el segundo al elevar demasiado el esférico.

Las sensaciones que ofrecía el equipo local eran buenas, con un Jaén noqueado tras el tanto encajado. Vicente (31’) tuvo el punto de mira desajustado cuando Gorka cabeceó hacia atrás para dejar al alicantino en buena posición, pero también se le fue arriba.

Con Félix Campo inédito y ni un sólo disparo contabilizado para los jienenses, el Granada estaba en disposición de sentenciar. Pudo hacerlo Israel (33’) con un fuerte chut que un defensor desvió cuando el balón buscaba las mallas.

Tras varias ocasiones claras marradas, en la recta final del periodo el Granada se tomó un respiro, lo que aprovechó el Jaén para estirar algo sus líneas, aunque sin mordiente, lo que dejó las cosas como estaban al descanso.

No debió quedar muy satisfecho Terrazas del rendimiento de su equipo, pues dejó en el vestuario a Oliver y Alberto Alejandro y dio entrada a Garmendia y Limones. Surtió efecto. El Jaén salió a por todas y, después de no haber pisado el área local en la primera mitad, en los primeros diez minutos de la segunda hasta en cinco ocasiones buscó el portal de Félix Campo, con remates peligrosos de Fabios, Emilio Sánchez, Morcillo, Limones y Carlos, quienes hicieron trabajar de lo lindo al cancerbero local.

El Granada, sorprendido, agobiado y hasta algo nervioso, trató de tomar aire. En en una contra, Javi García centró para que Vicente, con toda la ventaja para él, cabeceara demasiado alto (58’).

Terrazas mostró su cara más ofensiva y mandó a la ducha a Íñigo Ros para colocar a Sutil. Iba a por el empate, tras las muestras de debilidad de los rojiblancos en la reanudación. Pero éstos encontraron en el contraataque una salida para sacudirse de la presión de los jienenses, quienes creaban mucho peligro a balón parado.

Para el cuarto de hora final, Óscar Cano retiró a Vicente y dio entrada a Jorge García, en busca de una mayor posesión del esférico, que controlaba hasta entonces el Jaén. Pero el cerebro granadinista anduvo perdido y no apareció. La inquietud iba in crescendo en la grada. El Jaén tenía cada vez más opciones a balón parado, especialmente en los saques de esquina, pero ahí se portó Gorka Pintado como un jabato, despejando casi todos los envíos, al igual que los puños de Félix Campo.

Cano movió otra vez sus piezas y Zúñiga saltó al terreno de juego para sustituir a un ya cansado Israel (80’) y así también buscar la velocidad del extremo derecho en las contras locales.

El Jaén estuvo a punto de empatar en un golpe franco ejecutado por Emilio Sánchez que remató Geni. La pelota lamió el poste derecho de Campo (83’). El Granada estaba encerrado y cuando recuperaba el balón era incapaz de aguantarlo. La tragedia planeaba sobre Los Cármenes, y el miedo y los nervios entraron en el cuerpo de los aficionados, que intuían un empate que echaría la temporada por alto. Varios saques de esquina consecutivos más pusieron a prueba la tensión de algunos espectadores.

Zúñiga, a trompicones, se llevó un balón con el tiempo cumplido para probar a Calleja, quien se lució, mientras que en la siguiente acción Carlos estuvo a punto de enviar a las mallas, pero su envenenado envío se fue fuera por muy poco, con Campo ya batido.

El partido acabó con una insoportable tensión. El Jaén volcado sobre el portal de un conjunto local que, encerrado, renunció ya a cualquier atisbo de ataque.

El pitido final fue un alivio. Tres puntos de oro para mantener vivo el objetivo de la temporada. Talavera de la Reina, siguiente parada.

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