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La rebelión de los chaveas

  • ¡Victoria! Primer triunfo después de siete jornadas, fraguado en una gran segunda mitad Descaro Una formación plagada de canteranos y algunos debutantes logra imponerse y seguir soñando con la salvación

Carlos María Rodríguez va a morir con sus ideas, si muere. Poco tiene que perder. Su esposa le llama suicida, según explicó en rueda de prensa. Suicida, se supone, por haber aceptado el reto de intentar salvar a lo que queda del '74' que empezó la Liga. Suicida por jugar con tres zagueros, aunque ese sistema, el 1-3-4-3, tiene trampa, pues si los carrileros cumplen con su difícil misión, deben ser cinco los defensas natos cuando no se tiene el balón. En esa faceta, Choco y Milla echaron el resto, pese a lo cual costó casi media primera parte que el engranaje comenzase a funcionar, pues los primeros compases fueron desalentadores, con continuas entradas por las bandas de la Balona, que derivaron en varias ocasiones de gol. Menos mal que Camacho se mostró entonadísimo y que la Balona no es el Poli, o el Cádiz.

Carlos María improvisó con lo que tenía. Colocó a Juanma Martínez en el vértice diestro de la línea de tres, en lo que suponía el debut en Segunda B del canterano. La otra gran novedad fue la presencia de Álvaro Santos junto a Juanma Morán en el eje central, ante la baja de Valero. El santaferino hizo un gran partido, se mostró vertical, rápido y con mucha llegada, y además asumió responsabilidades (era su debut como titular, no hay que olvidarlo) y tiró el penalti que abrió el marcador en el minuto 80. El tridente ofensivo, a falta de delantero nato, trabajó mucho, aunque sin suerte durante casi todo el partido, si bien la necesaria chispa para definir apareció a tiempo, con especial mención a la jugada del segundo gol, una maravillosa combinación de gambeteo y velocidad que, de haberla hecho Messi y no Juan Moreno, hubiera despertado la admiración del universo futbolero.

La Balona no pareció el colista en el primer tramo. Se volcó desde el pitido inicial y abordó al '74' con un juego vivo, participativo, pero inoperante en la suerte final. Choco y Juanma Martínez lo pasaron mal en este tramo, y también Camacho, que tuvo que intervenir para frenar primero un tiro de Manrique (10') y posteriomente otro mucho más complicado de atajar de Jorge Herrero (11'). Con anterioridad a ambas acciones, Milla salvó a los suyos ante la inquietante presencia de Manrique, que estuvo a punto de marcar, y en el 13', Camacho nuevamente hubo de intervenir ante una falta directa chutada por Ismael. La sensación que se derivaba del verde era que el Linense superaba claramente a un '74' desubicado y demasiado nervioso.

Apareció Juan Moreno al cuarto de hora, en combinación con Juanma Ortiz. El disparo del primero se fue al lateral de la red. En una situación similar chutó Manrique en el 22', pero Milla volvió a intervenir para desviar, y sólo uno después, Joseph hizo de nuevo lucirse a Camacho, que ayer pareció casi imbatible.

El juego se equilibró y el '74' comenzó a acercarse, aunque en el primer tiempo todos sus intentos ofensivos fueron tímidos, y murieron con algún tiro lejano de Álvaro y las apariciones esporádicas de Juan Moreno, que guardaba el destape del tarro de las esencias para mucho más tarde. Camacho, para redondear su gran actuación del primer tiempo, volvió a intervenir ante una buena contra linense, que finalizó con un tiro muy peligroso de Jorge Herrero (42').

La película fue muy distinta en la reanudación, cuando el '74' logró imponerse desde el pitido inicial, ante un Linense superado y aparentemente cansado. En los primeros ocho minutos hubo tres claras ocasiones para los rojillos. La primera, de Juanma Ortiz, en un mano a mano con el arquero que éste ganó con una buena intervención (46'). Poco después fue Juan Moreno quien recuperó un balón y puso nuevamente en apuros a la zaga visitante (51'), y dos minutos después, una indecisión de David en una salida estuvo a punto de ser aprovechada por Juanma Ortiz, aunque éste disparó muy escorado y demasiado flojo, con el arquero fuera de su sitio (53').

El control del '74' siguió, gracias en buena medida a la buena labor de los medios centros, Morán y Álvaro. Éste dispuso de una falta muy propicia para marcar desde la frontal, que el portero desvió a córner in extremis (63').

A la Balona ni se le vio arriba en la segunda mitad. Únicamente, el incorporado Borja, con un tiro a la media vuelta, puso en ciertos apuros a Camacho (73').

Llegó la recta final y la jugada clave del partido: un balón volcado a la olla que derivó en la señalización de un penalti que pocos vieron, aunque el colegiado lo tuvo claro. Un presunto agarrón sobre Juanma Pérez que Álvaro, con frialdad, convirtió en el ansiado 1-0.

El gol hundió a la Balona y dio alas al '74', que culminó la faena en una acción de Moreno para guardar en video. Gámiz fue el ejecutante, pero Moreno, el genial ideólogo. Hacía falta una alegría así, para seguir creyendo que el milagro todavía es posible.

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