Derrick Rose anotó 50 de los 128 puntos con los que su equipo, los Minnesota Timberwolves, vencieron a los Utah Jazz y celebró entre lágrimas la mejor actuación de su carrera en la NBA tras superar un calvario de lesiones.

"Esto significa todo para mí", dijo al término del encuentro el base de 30 años, que se rompió en dos ocasiones la rodilla y sufrió meses de baja por otras lesiones justo cuando su carrera iba en ascenso tras ser MVP en 2011.

Debido a sus múltiples lesiones, jugó apenas 255 partidos de los 486 de temporada regular, un 52 por ciento, desde la temporada 2011-12.

Rose brilló como en su mejor época y encestó 19 de los 31 tiros que hizo (cuatro de ellos de tres puntos), obtuvo cuatro rebotes y dio seis asistencias.

Las ausencias del base titular, Jeff Teague, y del jugador estrella Jimmy Butler, no fueron relevantes. El pabellón Target Center de Mineápolis estalló en emoción al ver el destacado desempeño de Rose ante los Jazz, que quedaron a tres puntos del empate. Rose, además, impidió la prórroga con un tapón en el último segundo.

En el vestuario la fiesta no fue menor y sus compañeros lo felicitaron y celebraron con gritos y saltos el que ha sido considerado como el mejor partido de Rose, el más joven en la historia en recibir el premio MVP a los 22 años.

Otros jugadores como LeBron James, de Los Angeles Lakers, aplaudían la hazaña de Rose. "¡Muy feliz y orgulloso de ti, hermano! Vi de primera mano lo mucho que trabajaste en cuerpo y mente para volver a jugar. La perseverancia es un deber y lo que hiciste es la definición perfecta para eso. ¡Salud!", escribió LeBron en Instagram.