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La resurrección no puede esperar más

  • Delicado El Granada, obligado ante el Deportivo a recuperar la fe en su fútbol para cortar la mala racha y que la afición abandone el pesimismo Con el parón Anquela ya ha dispuesto de un tiempo prudencial para que el giro al juego sea un hecho

Trece días, o lo que es lo mismo 312 horas. Es el tiempo que ha tenido el equipo de Anquela para preparar el choque contra el Deportivo de la Coruña (16:00 horas) en Los Cármenes. Desde que el domingo 2 de septiembre el Granada CF pinchara en el campo del Real Madrid, Anquela ha tenido un lapso de casi dos semanas para darle vueltas a la cabeza en busca de los tres primeros puntos de la temporada. El parón ha servido para recuperar al cien por cien a Diego Mainz y a Diakhaté, y para asentar a los más nuevos como es el caso de Brahimi. Aunque también ha sufrido algunos inconvenientes, como la baja de Roberto o el no poder trabajar hasta hace pocos días con todo el grupo por la marcha de los internacionales. Pero de poco valen ya las excusas. El Granada tiene que ganar y como dijo Anquela el viernes "tiene que ser ya".

Las dos máximas más repetidas por los jugadores del Granada CF en la previa de este encuentro han sido que hay que hacerse fuertes en Los Cármenes y que el Deportivo es un equipo de 'nuestra liga'. Lo que quiere decir que el entorno rojiblanco considera que el partido de hoy es a vida o muerte. Si los de Anquela quieren ir más relajados al temible Camp Nou, no pueden dejar escapar la victoria.

El técnico jienense hará dos cambios con respecto al once del Bernabéu. La variación en la defensa es obligada, ya que Borja Gómez se cae de la lista por sanción, y Diego Mainz a saldrá de titular. El resto de la zaga lo completarán los mismos de las tres primeras jornadas: Íñigo, Nyom y Siqueira. La otra modificación será por cuestiones tácticas y lo más probable es que Brahimi sustituya a Juanma Ortiz con el objetivo de formar un centro del campo más creativo, porque para la destrucción ya está el tándem Iriney-Mikel Rico. Para apuntalar el dibujo (1-4-3-3) en la delantera jugará el tridente archiconocido formado por El Arabi (derecha), Orellana (izquierda) y Floro Flores como hombre más adelantado. La portería es para el indiscutible Toño, que en el banquillo estará resguardado por el canterano Jorge Sánchez, que va convocado a un partido oficial por primera vez por el esguince de rodilla de Roberto.

El Deportivo llega con la vitola de recién ascendido, aunque esa condición es un espejismo fruto de un año malo. Es cierto que ha llovido mucho desde las míticas noches en Europa del equipo coruñés, pero la elástica blanquiazul sigue infundando respeto a los rivales. Aunque es injusto decir que es conjunto que vive de rentas, porque este Dépor apunta maneras. En las tres jornadas que se han jugado en el campeonato todavía no ha hincado la rodilla: una victoria y dos empates son sus cifras en esta temporada.

José Luis Oltra ha conseguido construir un equipo que hace un fútbol muy vistoso y que saca muchos réditos de las jugadas a balón parado. Oltra está empeñado que el la afición coruñesa recite de memoria la alineación deportivista, por lo que repetirá el mismo once por cuarta jornada consecutiva, algo que no ocurría en el Deportivo de la Coruña desde hace 20 años. El esquema utilizado es un 1-4-4-2 formado por Aranzubia bajo palos; Manuel Pablo de lateral derecho, Evaldo y Marchena de centrales, y Aythami en la banda izquierda; en el medio del campo saldrán Valerón, Juan Domíngez, Bruno Gama y Abel Aguilar; y arriba la dupla ibérica Riki-Pizzi.

En su vuelta a Primea División los gallegos han cimentado el conjunto en las viejas glorias. En el medio del campo Valerón sigue siendo el cerebro. El Deportivo se mueve al compás del canario, un ritmo lento, pero imaginativo. El mítico '21' tiene a veteranos de otras batallas como es el caso de Manuel Pablo, que se ha consolidado en el lateral derecho. Otros que no son nuevos en esto son Aranzubia o Riki, que parece que están en una segunda juventud gracias a la confianza que le ha dado Oltra.

Los cinco puntos que han sumado los de Oltra los descargan. El Granada CF sabe que no puede fallar y que el partido puede marcar el futuro. La sensación en Los Cármenes va a ser de sofoco. A las cuatro de la tarde en septiembre y en Granada sigue haciendo mucho calor. La diferencia es que la temperatura es la misma para los dos, pero los nervios no. Así que, tal vez, la clave esté en controlar la excitación, ya que como dijo Anquela "de ahí a la precipitación hay un paso".

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