Semifinales · Brasil-Alemania

A por el reto más difícil

  • Brasil tratará de jugar con una energía extra ante la complicada papeleta de superar las bajas de Neymar y Thiago Silva Alemania no se fía y espera un rival todavía más motivado.

Brasil encara este martes su misión más difícil en lo que va del Mundial: lograr el pase a la final ante la poderosa selección de Alemania sin la presencia de su máxima estrella, Neymar.

El abandono del Mundial por parte del delantero del Barcelona por la fractura en la tercera vértebra lumbar que sufrió en el partido de cuartos con Colombia supuso un duro golpe para el equipo de Luiz Felipe Scolari.

Superar este sentimiento de orfandad generado por la baja de Neymar es uno de los principales desafíos del seleccionador, quien enfrenta, además, la tarea de ajustar el equipo para actuar sin su jugador de referencia y buscar una estrategia para frenar el poderío ofensivo de Alemania.

"Hemos perdido a uno de los mejores jugadores, pero seguimos con posibilidades de ser campeones", aseveró Scolari, que tampoco podrá contar ante Alemania con el capitán del equipo, el zaguero Thiago Silva, suspendido por acumulación de amarillas.

El técnico no confirmó la formación titular que adoptará para repetir en Belo Horizonte el éxito logrado hace 12 años en Yokohama cuando, también bajo su dirección, se impuso por 2-0 a Alemania en la final del Mundial de Corea y Japón 2002 y se alzó con el pentacampeonato.

Pese al secretismo, todo apunta a que Willian, centrocampista del Chelsea, tendrá sobre sí el difícil papel de sustituir a Neymar ante los germanos.

"No quiero compararme a Neymar. Tengo un estilo parecido en algunas cosas, como la velocidad y el regate, pero Neymar es un delantero y yo soy más bien un mediocampista de creación", afirmó el mediocampista.

La ausencia de la principal estrella de los anfitriones no llegó a generar entusiasmo en las filas de Alemania, cuyo entrenador, Joachim Löw, advirtió que "Brasil sin Neymar es mucho más difícil que con Neymar".

Sobre la misma idea giró el discurso del centrocampista Bastian Schweinsteiger, quien opinó que la baja de Neymar puede darles a los brasileños "energía adicional" y "hará que quieran ganar el título por él".

El historial de los duelos entre Brasil y Alemania es claramente favorable a los sudamericanos, que ganaron 12 de los 21 encuentros jugados con los germanos, en su mayoría amistosos, y sólo sufrieron cuatro derrotas.

Sin embargo, el último encuentro amistoso entre los dos conjuntos, jugado en Stuttgart en agosto de 2011, terminó con la victoria por 3-2 de los alemanes, que jugaron con un equipo muy parecido al que busca el título en Brasil 2014.

Por esta razón, los jugadores brasileños no se hacen ilusiones y advierten que los triunfos del pasado no reflejan el poderío de la Alemania de hoy.

"Es un equipo muy fuerte y compacto. Su mejor arma es la capacidad de hacer frente a cualquier situación", dijo el zaguero Dante, del Bayern Múnich y el probable substituto de Thiago Silva en el centro de la defensa.

Por su parte, el técnico Löw mostró su flexibilidad y agudeza táctica en cuartos de final ante Francia, cuando cambió su equipo devolviendo a Philipp Lahm a la defensa y colocando a Miroslav Klose como delantero centro.

Alemania recuperó así una configuración más cercana a lo mostrado en Sudáfrica 2010 y el plan funcionó. Sin embargo, nada garantiza que Löw vuelva a repetir alineación y sistema ante un Brasil con hombres muy potentes en ataque, por lo que Lahm podría volver a la medular y dejar su puesto a Jerome Boateng.

Juegue quien juegue, el equipo es garantía de competitividad. En los últimos cuatro Mundiales, Alemania llegó al menos a semifinales. Además, desde que el técnico accedió al cargo en 2006, sus hombres jugaron también la final de la Eurocopa 2008 y las semis de 2012.

Falta, eso sí, el gran título que consagre a la actual generación de futbolistas alemanes, que en Rusia 2018 estarán ya en muchos casos por encima de la treintena.

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