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Una revancha personal

  • Robben quiere resarcirse de la final de Sudáfrica en 2010, el "momento más amargo" de su carrera

El pie de Iker Casillas frustró el 11 de julio de 2010 el gran sueño de Arjen Robben: ser campeón del mundo. El delantero vive ahora en plena búsqueda de una revancha personal, una misión que terminaría en el estadio Maracaná el próximo 13 de julio.

"Estamos en una misión. Uno no viene a un Mundial para disfrutar del clima y de la playa en Río de Janeiro, sino que espera ganar partidos y llegar lo más lejos posible", afirmó la estrella holandesa.

El delantero quiere pasar página y olvidar la frustración de la final de Sudáfrica, el "momento más amargo" de su carrera. El recuerdo de aquel 11 de julio de 2010, cuando España levantó el preciado trofeo, sigue intacto. En aquel agónico duelo, Robben tuvo una clara posibilidad de abrir el marcador a favor de los suyos en el minuto 62, pero Casillas detuvo su disparo con el pie. "Es un momento que nunca olvidaré", aseguró el jugador del Bayern Múnich.

Pero el espíritu de lucha de Robben nunca desvaneció y quien lo ve estos días en Brasil recuerda inevitablemente al jugador de la temporada 2012-2013. Tras perder con el Bayern la final de la Liga de Campeones y pasar luego con Holanda por la Eurocopa de Polonia y Ucrania con un papel más que discreto, el delantero volvió a Múnich con una bolsa llena de decepciones, aunque rápidamente supo transformar esa frustración en energía.

Robben quería mostrar al mundo de lo que era capaz: a los medios que subestimaban su nivel, a los compañeros que calificaban su juego de egoísta y a los aficionados que lo denostaron sin piedad por su penalti errado en la final de la Champions contra el Chelsea en su propio estadio.

Un año después de aquel fracaso, el holandés lideró al Bayern en la conquista de la Liga de Campeones ante el Borussia Dortmund en Londres. El semblante del delantero al convertir el gol del triunfo en el minuto 89 dio cuenta de cuánto necesitaba esa victoria.

Más de uno hubiese querido pasar desapercibido en una mala racha tan dura, pero Robben, fiel a su espíritu, vio recompensada su fuerza de voluntad, resistencia y mentalidad ganadora, las claves del éxito del Bayern Múnich ese 25 de mayo de 2013 en Wembley.

El delantero sólo piensa en repetir esa situación, pero esta vez luciendo la elástica oranje. Tras el 5-1 con el que Holanda arrolló a España en el primer partido del Grupo B, Robben esquivó la euforia y pidió prudencia.

Preguntado ahora por el partido ante Costa Rica, el ariete comentó: "Debemos permanecer enfocados. Ellos avanzaron como líderes de un grupo que integraron también Italia, Inglaterra y Uruguay". Unas palabras que tienen mucho peso dentro del vestuario holandés.

Robben no celebra el que lo califiquen como uno de los mejores jugadores del Mundial: "Para ser honesto, no me interesan los elogios individuales".

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