GRANADA B | ALGECIRAS

También sabe empatar

  • El filial vuelve a pagar caros los errores de concentración en defensa Los rojiblancos están incómodos en el Núñez Blanca, donde no son tan fieros como en Los Cármenes

Los espectadores del Núñez Blanca presenciaron un hecho sin precedentes esta temporada. El Granada B empató por primera vez en todo el curso. Unas tablas muy merecidas. Los de Joseba Aguado se vieron ayer en el espejo. El filial rojiblanco se topó con un Algeciras que también sabe dominar el arte del contraataque a la perfección y que no perdonó el ímpetu de los granadinistas, que no tuvieron templanza para defender su ventaja. Cada gol del Granada B fue un revulsivo para los gaditanos que se repusieron bien y fueron capaces de contrarrestarlos asestando otros golpes bastante certeros a la débil defensa rojiblanca. El 2-2 refleja la enorme igualdad entre ambos conjuntos, que precisamente están empatados a 22 puntos en la mitad de la tabla.

El partido tuvo un desarrollo cíclico, con un Granada B desbocado al comienzo de las dos partes y un Algeciras con capacidad de reacción. Un guión cuyo único giro inesperado fueron los últimos diez minutos, en los que tanto los locales como los visitantes acariciaron la victoria en un desenlace final muy emocionante. El reparto de puntos demuestra dos cosas: la primera es que el filial tiene un gran problema para cerrar los partidos por sus despistes defensivos y la segunda es que los de Joseba Aguado no asustan tanto en el Núñez Blanca como en Los Cármenes.

El Granada B salió con ganas de enmendar su dolorosa derrota en Cádiz. Machís, que fue la gran novedad en la alineación titular, disparó a puerta cuando no se había cumplido ni un minuto de partido. Una declaración de intenciones que tuvo efecto en el 16' cuando Antonio Puertas cabeceó la pelota a la red. El atacante almeriense remató solo en el punto de penalti gracias a un buen centro de Luis. Un gol que le sirvió a Puertas para subsanar el craso error que había tenido un minuto antes, al desbaratar el córner medido que le había enviado Sergio Martín.

La alegría duró muy poco. En el 18' Alfaro, que fue el mejor del partido, realizó una gran vaselina a Dimitrievski para colocar el 1-1. El delantero onubense aprovechó el desajuste de los centrales rojiblancos, que no se coordinaron bien para salir al fuera de juego. El empate reafirmó al Algeciras, que demostró ser un equipo ordenado. Los algeciristas cerraron las vías de ataque al Granada B y, además, empezaron a crear peligro a través de la estrategia a balón parado. Además, el filial se congeló más por la lesión de Migue García, que recayó de sus problemas musculares y tuvo que dejar su sitio al otro García, es decir, Álvaro.

La desconexión del Granada B fue tal que en el 40' faltó muy poco para que el Algeciras lograra adelantarse. Otro descuido en defensa, al permitir que un balón se paseara por el área hasta llegar a Melchor que la lanzó fuera.

Comenzó la segunda parte casi como la primera. El casi se debe a que esta vez el conjunto rojiblanco marcó muy pronto. Luis fue el que recibió esta vez el regalo del Algeciras, al encontrarse solísimo a la salida de un córner, lo que le permitió rematar sin problemas al fondo de las mallas (46'). El lateral encontró su recompensa a tanta insistencia en las jugadas a balón parado.

El Algeciras se quedó tocado tras el gol, pero el Granada B no supo noquear al equipo gaditano que se tambaleó sobre la lona. Machís y Álvaro García encontraron huecos por las bandas y llegaron varias ocasiones. Aunque la más clara fue un lanzamiento de falta de Adolfo que Romero salvó con la yema de los dedos (57').

El equipo entrenado por Manuel Sanlúcar recurrió al contraataque como arma disuasoria y le salió bien. La dupla formada por Alfaro y Ryan Harper fue un incordio para los centrales rojiblancos, que ayer no estuvieron a la altura. También a balón parado tuvo sus opciones el Algeciras. En el minuto 63', los visitantes rozaron el empate, primero en una falta lateral y acto seguido en un córner, que Víctor remató por encima de la portería.

El 2-2 definitivo llegó en el 80', cuando Alfaro le ganó la espalda a los defensas granadinistas y le puso a Iván el gol en bandeja. Con el empate, ambos equipos se enfrascaron en una guerra. Los dos buscaron la victoria y con Boateng sobre el campo aparecieron las genialidades. Álvaro gozó de dos ocasiones muy claras, pero las mandó fuera. Ayala en el 91' casi enmudece al Núñez Blanca, pero al fútbol a veces le da por ser justo y no entró.

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