Paquillo Fernández, atleta (y II)

"Hay que saber dónde se está, hablar de medalla es un absurdo"

  • El marchador accitano evita presiones antes de disputar el Mundial a finales de agosto y rechaza ser favorito a subir al podio mientras no pruebe su estado de forma contra rivales a nivel internacional

Tras el repaso a lo que fue su implicación en la Operación Grial contra el dopaje y sus consecuencias, realizado en las páginas de este diario en su edición de ayer, Paquillo Fernández mira hacia adelante. El marchador accitano se muestra ilusionado después de reaparecer tras penar la sanción de un año. La conquista del Campeonato de España y la obtención de la marca mínima para acudir al Mundial no son para menos.

-¿Cómo se encuentra de la lesión que recientemente le impidió participar en la Copa de Europa?

-Ha sido una lesión un poco inesperada, pero también es cierto que después del Campeonato de España empecé a tener problemillas en el isquio. Fui a los 50 kilómetros de Dudince y tuve que abandonar por una contractura. Parecía que lo estaba resolviendo bien, pero dos días antes de viajar a la Copa de Europa me dio un pinchazo en el isquio cuando empece a calentar. Me hice pruebas de ecografía y resonancia y resultó que tenía una pequeña rotura. La recuperación va bien, aunque me fastidió no poder participar en la Copa de Europa. Estoy recuperándome muy bien. Estoy realizando marcha, pequeñas pruebas y hago un entrenamiento normal y progresivo de cara al Campeonato del Mundo.

-¿Qué papel pudo hacer en la cita de Portugal, pues es el único atleta español que ha conseguido mínima A para el Mundial?

-Iba a participar en la Copa de Europa con el único objetivo de adquirir el ritmo de competición necesario para las futuras pruebas. Sólo había competido en el Campeonato de España y, prácticamente, hice toda la carrera en solitario para conseguir un registro de una hora, 22 minutos y 17 segundos en un circuito bastante complicado y sin haber competido en un año y medio. En esos momentos estaba entrenando muy bien, pero no sé si en la Copa de Europa hubiera logrado quedar octavo, primero o tercero. Mi intención era competir al cien por cien y encontrarme con rivales que me voy a encontrar en el Campeonato del Mundo.

-¿Cuáles son los principales problemas con los que se está topando en su preparación?

-El problema del calendario es que este año ha habido una crisis económica bastante fuerte y los ayuntamientos no han tenido tanta o suficiente economía como para mantener las pruebas que organizaban año tras año. Han desaparecido algunas carreras y otras no tienen demasiado dinero. Además, yo he tenido la mala suerte de lesionarme, por lo que me quedan muy pocas pruebas para ponerme a punto y evaluar el estado de preparación. En la actualidad no estoy al cien por cien, pero intentar andar en una hora y 22 o 23 minutos depende de cómo esté entrenando.

-Vuelve a una cita mundialista tras la de Berlín de hace dos años. ¿Cómo la afronta?

-Daegu lo afronto con mucha ilusión. Primero porque estoy compitiendo; segundo porque me gusta competir a nivel internacional, que es lo que realmente me llena y porque fuera me crezco en la competición; tercero porque desde que competí en el Mundial de Berlín no lo hecho a nivel internacional y esto es una motivación extra. De Daegu ahora no puedo decir cuál es mi objetivo, porque lo primero que tenía que hacer era estar allí. Ahora estoy en la lista de seleccionados porque tengo la mejor marca nacional. A partir de ahí, todo dependerá de muchas cosas: de que mi lesión y los acontecimientos vayan bien y de si llego en condiciones. Lo importante es adquirir el ritmo de competición y ojalá que en Daegu pueda estar luchando con los mejores, como siempre.

-¿Piensa que está al alcance de su mano conseguir una medalla en el Mundial?

-Ahora mismo hablar de medallas, cuando sólo he competido una vez en el año, es absurdo por una simple razón: porque no he competido y tengo que probarme con la gente a nivel internacional. Podría decir que voy a por medalla en Daegu, lo que sin lugar a la duda sería un titular buenísimo. Hay que saber donde uno está en cada momento. Hablar ahora de medalla es un absurdo. Hay que hablar de que me recupere bien, de que entrene bien y después, quince o veinte días antes del Mundial, hablar de objetivo. Ahora no me puedo poner ningún objetivo porque sería presionarme tontamente y no lo necesito. Lo que me hace falta en estos momentos es estar muy tranquilo, ir al Campeonato del Mundo y, por una vez en mi vida, llegar con el cartel de no favorito. Esto es lo que realmente a mí me gusta, porque es para lo que estoy entrenando: para recuperarme e intentar entrar otra vez en escena a nivel internacional.

-Tiene tres preseas de plata en Mundiales y supongo que desea conseguir una de oro. ¿Es ahora mismo una utopía?

-Hablar de medallas de oro ahora mismo sería presionarme sin tener por qué hacerlo. Si hubiera ido a la Copa de Europa sabría un poco más, porque si allí me hubiera quedado quinto me sentiría competitivo otra vez. Lo hice igual en el Campeonato de España, en el que lo importante era competir y hacerlo al cien por cien. Lo hice y gané, pero también podría haber quedado tercero. En este momento hay que ir tranquilo pensando que he estado mucho tiempo sin competir, pero que, con todo y con eso, he quedado campeón de España y he hecho mínima para el Campeonato del Mundo. Es algo que hay que valorar y no descarto nada, pero con tranquilidad.

-Su tradicional bestia negra en los Mundiales ha sido el ecuatoriano Jefferson Pérez, que ya no está.

-Mi relación con Jefferson siempre ha sido buena, correcta. Nos hemos respetado muchísimo en la competición y así ha sido hasta que se retiró. Hemos sido rivales, pero buenos amigos fuera de la competición. Aunque se ha dicho algo sobre la posibilidad de que vuelva, no creo que regrese a la competición.

-Finalmente parece que decide por correr los 20 kilómetros en el Mundial. ¿Malas sensaciones en los 50?

-El problema que tengo en el 50 es que no he hecho marca mínima. He tenido dos posibilidades, que fueron en el Campeonato de España y el mitin de Dudince en Eslovaquia. En el 50 de España elegí el 20, gracias a Dios, y en Dudince me lesioné cuando iba con unas expectativas bastante buenas para hacer una marca con mínima. Si tuviese la mínima o el crédito que tenía hace dos años, que me guardaba la mínima y podía ir en las dos… Pero tras haber parado un año hay que empezar de cero y voy donde tengo mínima, que es en el 20.

-¿Hubiera doblado distancia en Daegu de haber conseguido la mínima para correr el 50?

-Si la hubiera conseguido es seguro que habría hecho el 50 y, posiblemente, el 20. La intención que tenía era doblar distancia en el Mundial.

-A la fecha en la que estamos, ¿quiénes son los favoritos para la prueba de 20 kilómetros de la cita coreana?

-En Daegu van a estar los rusos con Borchin y Emelyanov, que es otro chaval que ganó en Barcelona. Un chino o dos, mi compañero irlandés -Robert Heffernan-, algún italiano y después está muy abierto el tema de finalistas con la presencia de australianos, eslovacos… Vienen de abajo y, cuando nos damos cuenta, están ya encima.

-¿Volverá a probar Paquillo Fernández sobre la distancia de 50 kilómetros?

-El año que viene posiblemente me plantearé la preparación de la temporada más centrado en el 50 kilómetros que en el 20, porque me encontré muy a gusto en la prueba de Dudince. Hice una carrera en la que fui de menos a más y esto nunca lo había vivido, porque siempre he ido desde el principio de las carreras dándolo todo. Son sensaciones nuevas y me quedé con la miel en los labios.

-¿Qué diferencias fundamentales ha notado entre una y otra distancia?

-Que en los 50 son casi cuatro horas y en el kilómetro 40 puedes ir el octavo y en el 49 puedes ser segundo o tercero. Es una prueba que tienes que entrenar más, pero da más posibilidades de cara a realizar una estrategia en la carrera. Con la edad, en la estrategia somos más fríos, calculadores y puedes controlar bastante. Por suerte, he conseguido muchos títulos y he podido tomármelo ahora con más tranquilidad, porque siempre he estado desde el pistoletazo de salida en cabeza. Son circunstancias de la vida y del deportista que creo que me pueden beneficiar.

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