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Un vestuario hundido y un consejo en silencio

  • Algunos jugadores esperaron en el césped durante más de una hora antes de salir del estadio

El vestuario verdiblanco vivió su día más duro. Los jugadores no comparecieron ante los medios de comunicación y es que la desolación se respiraba en una plantilla derrotada. Futbolistas sentados en el césped una hora después de acabar el encuentro, dialogando entre ellos intentando encontrar una explicación a lo sucedido durante la temporada. "Estaba para nosotros", era lo más repetido por unos jugadores que intentaban asimilar lo sucedido.

Sobre las 10:25, los profesionales empezaron a abandonar el estadio en sus automóviles, mientras un cordón policial rodeaba el parking del Ruiz de Lopera para evitar incidentes, aunque los aficionados que se habían agolpado en los aledaños ya no se encontraban en sus cercanías.

El consejo de administración del Betis, con su presidente a la cabeza, permaneció encerrado en el estadio, sin que nadie se pronunciase en público. Cabezas bajas cuando se cruzaban con alguien de prensa y gesto negativo con la mano cuando se les pedía una declaración. A las once menos cuarto de la noche abandonaron el estadio en sus coches, al igual que minutos antes lo habían hecho los jugadores.

"No sabemos qué va a pasar", respondía algún jugador cuando se le preguntaba por lo previsto por el club para los próximos días. Y es que nadie sabe qué va a suceder en un equipo que navega a la deriva. El vestuario acabó hundido, el consejo en silencio y la afición buscando culpables. Los futbolistas, en principio, tendrán unos días libres, o al menos eso se decía en las entrañas del estadio, con la intención de que el paso de los días rebaje la tensión y aclare el panorama para un grupo que ha venido dando síntomas de agotamiento.

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