La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ya maneja una propuesta para cuadrar los cuatro grupos de Segunda División B, una vez finalizadas las fases de ascenso el pasado fin de semana. El Granada B seguirá en el número cuatro, como ya es tradición para Andalucía, y compartirá la competición junto a los equipos murcianos con total seguridad. Tan sólo falta saber cómo se cuadraría la Liga con 20 conjuntos, y ahí es donde bailan las dos posibilidades que hay.

De momento, el ente federativo tiene en sus manos una propuesta en la que el Grupo IV lo completarían la Unión Deportiva Melilla y dos equipos castellano-manchegos, el La Roda y el Socuéllamos, los dos más próximos geográficamente. Como novedad con respecto a la pasada temporada, el filial evitaría los desplazamientos a Extremadura.

Si se aprobase esta composición, el Grupo IV de Segunda B lo jugarían: Granada B, Algeciras, Almería B, Betis B, Cádiz, Cartagena, Jaén, Jumilla, La Hoya Lorca, La Roda, Linares, Linense, Marbella, Melilla, Murcia, Recreativo, San Roque de Lepe, Sevilla Atlético, Socuéllamos y UCAM Murcia.

La polémica de esta propuesta es que obliga a los clubes de la comunidad vecina, cinco en total, a dividirse en otros dos grupo más. Así, el Grupo I estaría formado por seis equipos gallegos, dos asturianos, uno cántabro, seis castellano-leoneses, tres extremeños, además del Toledo y el Talavera. El Grupo II lo compondrían nueve conjuntos vascos, tres navarros, uno riojano, uno aragonés, cuatro madrileños, uno canario mas el Guadalajara. El III permanecerá inamovible con diez catalanes, dos de las Islas Baleares, y ocho valencianos.

La propuesta alternativa a este reparto de los equipo sería mantener el Grupo IV como la pasada temporada, con andaluces, murcianos y extremeños (Cacereño, Villanovense y Mérida), aunque con la ausencia del Melilla, que volvería a abandonar su zona natural para pasar al Grupo II, junto a castellano-leoneses, madrileños, manchegos, canarios y navarros, por lo que parece poco probable que se tenga en cuenta.