Las empresas turísticas españolas han conseguido en 2010 sobreponerse a la crisis e iniciar la recuperación del sector, según aseguró a Efe Rafael Gallego, presidente de la Federación Española de Agencias de Viajes (Feaav), que inició ayer en Bangkok su XXV congreso. "A principios de 2010 ya vaticinamos que éste sería un buen año y de momento se confirma. Este es el año del cambio de tendencia", dijo Gallego, que confía que en 2011 se habrá recuperado el mercado con respecto al inicio de la crisis en 2008.

Para Gallego, "el buen comportamiento del mercado alemán e inglés está detrás de esta mejora". Y añadió que España "es un mercado seguro, seis de cada ocho visitantes son repetidores y tres de cada diez lo han hecho más de diez veces". La recuperación también se ha dado en el mercado emisor con un aumento de viajes respecto a 2009 a falta aún del mes de diciembre, con fechas clave como el puente de la Inmaculada y fin de año.

Según datos de la Feaav de septiembre, las llegadas de turistas extranjeros subieron un 7,3% mientras que el número de turistas españoles que salieron al exterior aumentó un 10,4%. En total, tras los nueve primeros meses de 2010, el sector consiguió un superávit de 2.929 millones de euros, un 6% más respecto al mismo período de 2009.

"Ahora sólo nos faltará recuperar los precios que se han mantenido bajos para mantener la demanda. Esperamos que estos se recuperen a partir de la Semana Santa sin que suponga un encarecimiento del producto", indicó.

La crisis, no obstante, ha obligado a las empresas de turismo a llevar a cabo una reconversión, sobre todo, del número de puestos de venta, un cambio que también ha sido provocado por la consolidación de los operadores a través de internet. Según la Feaav, actualmente hay unos 7.500 puestos de venta que dan empleo a unas 50.000 personas. "A pesar del crack de Marsans no ha habido una caída del empleo como en otros sectores", apostilló Gallego.

Además, la recuperación ocurre a pesar de imprevistos como la gripe A o las cancelaciones de vuelos provocadas por la erupción del volcán islandés Eyjafjallajökull. A esto hay que añadir lo perjudicial que es para el sector, según Gallego, el aumento en dos puntos del IVA que entró en vigor en julio. "Nos ha hecho mucho daño. La decisión se tomó cuando nuestras ofertas ya estaban en el mercado, los precios programados, y no pudimos repercutir este aumento del coste", explicó.