O se reestructura o cierra. Alestis no tiene más opciones. Los problemas financieros que asfixian a la empresa aeronáutica andaluza, que la llevaron el pasado mes de mayo a solicitar el concurso de acreedores, no le dejan más salidas. Por ello, su consejo de administración aprobó ayer, después de varios meses de tiras y aflojas, un plan de viabilidad que se apresuró en calificar de "inevitable" para "garantizar el futuro" de la compañía. El afán por justificar el programa se entiende por la consciencia del rechazo que puede provocar en la plantilla una de las medidas: el despido de 320 trabajadores de los 1.600 con los que cuenta.

"El ajuste de personal es el más aquilatado posible, el mínimo que se debía realizar para asegurar la sostenibilidad de la empresa", comentaron a este periódico fuentes cercanas al proceso. En el transcurso de la negociación se han conocido diversas cifras al respecto, que han ido desde el recorte de 100 personas a cerca de 600. La compañía ha salido en todo momento a desmentirlas, argumentando que no eran definitivas sino parte de borradores susceptibles de variación. En cualquier caso, el ajuste definitivo se ha quedado en mitad de la tabla, en torno a los 300 trabajadores. Un recorte al que se sumarán unos 200 traslados de empleados, que en su mayor parte se producirán de Sevilla a Cádiz, ya que, aunque no habrá cierre de factorías -se mantendrán las 11 actuales- sí se producirá una reorganización de la actividad.

Pero toda esta estrategia industrial, que persigue que el único proveedor aeronáutico de primer nivel (tier one) que tiene Andalucía sortee los problemas que le acucian, no irá a ninguna parte si Alestis no consigue el dinero que necesita para evitar el cierre. Así, la compañía se da un plazo de "semanas" para encontrar la financiación que requiere la puesta en marcha del plan de viabilidad. Y ¿cuánto capital sería necesario? La empresa rehusa dar cifras al respecto, pero fuentes cercanas al proceso aseguran que existe un grupo inversor interesado en entrar en el accionariado del grupo, que podría realizar una oferta en firme en próximas fechas.

Cuaje o no esta iniciativa, lo cierto es que, para apuntalar su futuro, Alestis debe realizar una ampliación de capital por la que se dé entrada a uno o dos socios que inyecten dinero a los proyectos que tiene entre manos. Entre ellos, se encuentran la belly fairing y el cono de cola del nuevo avión de pasajeros de Airbus, el A350, así como la panza del superjumbo A380, a lo que habría que sumar la carga de trabajo que acumula para los programas propios de EADS o para otras compañías como Embraer.

"La ventaja con la que cuenta ahora Alestis es que la existencia de un plan de viabilidad era una condición indispensable ante cualquier agente exterior que sopesara apoyar a la compañía financieramente. En definitiva, ahora se está mucho más cerca de tener la suficiente seguridad financiera para mantener la actividad en los próximos años", se congratuló Alestis en una nota remitida a los medios de comunicación.

Dar luz verde al plan de viabilidad ha costado sudores y lágrimas. El principal accionista de Alestis, el grupo Alcor -con el 42,15% del capital- ha sido el que ha ofrecido mayor resistencia. Sus diferencias con la Junta de Andalucía -segundo accionista, a través de la Agencia IDEA, con casi el 20%- han sido palpables, así como con Airbus, que aunque tiene una presencia testimonial -1,85%- es el principal cliente de la compañía y el que, en la práctica, ha tomado las riendas del negocio para corregir su deriva. El accionariado lo completan Caixabank -15%-, Unicaja -14,30%- y el BEF -6,80%-.

Alestis, que aprobó ayer el programa y lo remitió al juez encargado del concurso de acreedores, lo presentó por la tarde en su sede de La Cartuja en Sevilla a los gerentes de sus factorías. El siguiente paso será hacer la presentación oficial a Airbus -aunque el consorcio europeo ha supervisado todo el proceso-, a los principales acreedores de la empresa y a los representantes de los trabajadores. El turno de éstos llegará a finales de semana.

Alestis insistió en el comunicado en que las medidas adoptadas son la "única respuesta responsable" a una situación de falta de liquidez y financiación que "evitará el riesgo real de tener que afrontar un inevitable cierre de todas las plantas y la desaparición por liquidación de la compañía". Este desenlace no sólo afectaría a las 11 plantas y cerca de 1.600 empleos de Alestis, sino que "provocaría una debacle en el sector aeronáutico andaluz y afectaría seriamente al del País Vasco", con la pérdida de 6.000 puestos de trabajo.