El camino para la sucesión de Cándido Méndez en la Secretaría General de UGT en el 42 Congreso Confederal del sindicato se reveló anoche como una lucha muy igualada. Después de que el líder del sindicato en Canarias, Gustavo Santana, no registrara su candidatura al no contar con el 25% de los avales exigidos, la pugna quedó en manos de Miguel Ángel Cilleros, secretario general de la federación de Movilidad y Consumo (SMC-UGT), y Josep Maria Álvarez, líder del sindicato en Cataluña.

Cumplido el plazo para presentar los avales a las cinco de la tarde de ayer, fuentes de las candidaturas apuntaron que Álvarez había registrado 308, más del 50% de los que están en juego pues hay 600 delegados acreditados, frente a los 248 presentados por Cilleros. Sin embargo, esos avales tenían que convertirse en votos y un aval puede luego no corresponderse con el voto definitivo. Al cierre de esta edición aún no se conocían los resultados de la votación realizada anoche.

Además, juntos no sumaban los 600 delegados acreditados que tenían la última palabra. Y es que ambos candidatos se quedaron solos en la terna por alcanzar la máxima responsabilidad en UGT, tras la renuncia por parte de Santana, con la incertidumbre de cómo se repartirán los alrededor de sesenta apoyos con los que contaba.

El pasado 26 de febrero Josep Maria Álvarez presentó su candidatura ante la prensa rodeado de los líderes de MCA-UGT, Carlos Romero, y de la FSP-UGT, Julio Lacuerda, así como de los secretarios generales de UPTA y de las uniones territoriales de UGT en Madrid, Castilla y León, Cantabria, Asturias, La Rioja, Ceuta, Melilla, Navarra, Murcia, Aragón y Valencia.

Pero los delegados que asisten al Congreso de UGT no votan en bloque. Su voto es personal y secreto y ya hay quienes se han desmarcado del apoyo a Álvarez mostrado por los secretarios generales de sus organizaciones, lo que podría facilitarle el camino a Miguel Ángel Cilleros, que recibió en público el respaldo del propio Méndez.

Con todo, esta puesta en escena hizo que en los últimos días se viese a Álvarez como el favorito para dirigir al sindicato durante los cuatro próximos años, hasta que las críticas vertidas por Méndez en su discurso de despedida el pasado miércoles sobre el derecho a decidir de los catalanes, defendido por Álvarez, enturbiaron esa percepción en las últimas horas.

El líder de UGT en Cataluña no ha querido echar más leña a ese fuego, concentrado en alcanzar su objetivo en la elección celebrada ayer por la noche, y tanto su federación como sus apoyos votaron a favor del informe de gestión de Méndez, que salió aprobado con el 97,53% de los votos, en un gesto "generoso" hacia la vieja guardia, en palabras del propio Álvarez.

Esa cúpula seguirá representada en la Ejecutiva de Cilleros si sale elegido, pese a que el 42 Congreso de UGT ha sido presentado como el de la renovación. Y es que aquél ha incluido en su equipo al secretario de Acción Sindical, Toni Ferrer, y a la secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente, Marisa Rufino. Esta continuidad no dejaría de ser vista como una sombra de Méndez en el nuevo aparato de dirección del sindicato.