El primer ministro británico, Gordon Brown, admitió este miércoles que las negociaciones para alcanzar un acuerdo en la cumbre del G-20 "no serán fáciles" pero añadió que los líderes "tendremos que tomar mañana decisiones" y "eso es lo que haremos".

En una rueda de prensa conjunta con el presidente de EEUU, Barack Obama, en el Ministerio británico de Asuntos Exteriores, Brown dijo que los problemas globales requieren "soluciones globales".

"No nos podemos permitir una cumbre de mínimo denominador común", agregó el jefe del Gobierno británico.

"Estamos a pocas horas de alcanzar un plan de recuperación y de reforma económica", resaltó.

Brown insistió en que el Reino Unido y EEUU están unidos en la determinación de afrontar una crisis económica "sin precedentes" y en la cooperación para "acortar la recesión y estamos trabajando juntos para proteger y salvaguardar empleos".

"El presidente Obama y yo estamos de acuerdo sobre el significado de la reunión de esta semana del G-20 y el mundo está unido para actuar ante unos momentos financieros globales sin precedentes", puntualizó el mandatario británico.

Brown destacó que entre los asuntos que deben abordarse están el de lograr una mayor supervisión del sistema bancario, medidas para restablecer el crecimiento, reforzar las instituciones financieras internacionales, rechazar el proteccionismo, ayudas a los países pobres y el respaldo a economías con baja emisión de carbono.

"Debemos estar juntos para hacer todo lo que sea necesario" para encontrar "soluciones globales" a estos problemas económicos que afronta el mundo, resaltó.

"Esta -dijo- es una crisis económica sin precedentes. La gente ha perdido sus hogares, sus empleos y en algunos casos la esperanza. Y el presidente Obama y yo hemos acordado hoy que las medidas que tomamos son soluciones globales para problemas globales".

Al mismo tiempo, el primer ministro destacó el "liderazgo, energía, coraje" de Obama, quien -subrayó- en setenta días ha cambiado la relación de EEUU con el mundo.

Esta es la primera visita oficial que Obama realiza al Reino Unido desde su llegada a la presidencia el pasado mes de enero.