Economía

Los CCA, la columna vertebral de la actividad comercial en Andalucía

  • Los centros comerciales abiertos tienen como principal objetivo recuperar los cascos históricos de las ciudades como referente de desarrollo socioeconómico de los distintos municipios.

La estructura comercial tradicional ha sufrido importantes cambios como consecuencia de factores tan diversos como el desarrollo tecnológico, los avances en los transportes y la modificación de los hábitos de consumo provocados por la evolución demográfica y socioeconómica.

La principal manifestación de cambio ha sido la consolidación de un sistema dual, donde los nuevos formatos conviven con los establecimientos tradicionales de carácter independiente. El principal reto al que se enfrentan administraciones y sector privado es la adaptación de los negocios a las demandas del mercado y la mejora de la competitividad de este segmento productivo, especialmente, en el caso de las pequeñas y medianas empresas (pymes). 

 

En este contexto, los Centros Comerciales Abiertos (CCA) son un formato que facilita instrumentos al pequeño comercio para ser competitivos, mejorar en la fidelización de clientes, la gestión de la negociación con proveedores, el aprovechamiento de los espacios públicos o el acceso a los mercados financieros.

Los CCA se configuran, pues, como el instrumento que contribuye a la modernización y revitalización de las áreas comerciales tradicionales, con impactos positivos de carácter económico y social.

 

Origen y evolución. La evolución del movimiento que los Centros Comerciales Abiertos han tenido en los últimos años ha sido progresiva. Hay que remontarse a 1999, recuerda Carlos Javier Bejarano González, director general de la CECA (Confederación Empresarial de Comercio de Andalucía), cuando surge la Declaración de Málaga, "resultado del I Congreso Europeo de Comercio y Ciudad que supuso un impulso en el desarrollo de los proyectos de TCM a nivel internacional".

 

Algunos hitos más tarde, entre los que cabe destacar el I Encuentro Nacional de Centros Comerciales Abiertos celebrado en Huelva (2000) o el Congreso Andaluz de Centros Comerciales Abiertos en Málaga (2015), han hecho que, en la actualidad, comenta Bejarano, "contemos con 114 proyectos de CCA, si bien el nivel de desarrollo de los mismos es muy heterogéneo". Así, por ejemplo, prosigue, "encontramos CCA con un importante grado de madurez que vienen desarrollando múltiples proyectos conjuntos, tales como campañas publicitarias, elaboración de imagen de marca para la zona o implantación de sistemas de fidelización, mientras que en otros CCA las actividades colectivas aún son muy incipientes".

 

Es así como el director general de la CECA describe tres etapas de desarrollo por las que pasan estos formatos. En la primera de ellas, argumenta, "en Andalucía, al igual que en el resto de España, los centros de las ciudades sufrieron un importante retroceso en los años sesenta y setenta, el cual se incrementó en las dos décadas siguientes como consecuencia de la implantación de un gran número de grandes superficies periféricas. Todo ello, condujo a la reducción de la población y actividad del centro de muchas ciudades en España".

 

Por este motivo, si bien existían casos de ciudades que habían puesto en marcha con anterioridad proyectos similares a los CCA -como Vigo, Madrid, Gandía o Bilbao-, fue a partir de los años 90 cuando el movimiento comienza a tomar fuerza y a extenderse por múltiples ciudades españolas.

 

De este modo, explica Bejarano, en 2003, "la CECA, con el apoyo de las distintas Administraciones creó la Red de CCA de Andalucía, teniendo como principal objetivo recuperar los centros de las ciudades como referente de desarrollo socioeconómico de los distintos municipios".

 

En este periodo, "habría que destacar la realización del primer censo y catalogación de estos centros en la región, además de las múltiples acciones de animación comercial y marketing puestas en marcha por los distintos CCA de la red".

Desarrollo y consolidación. Durante la segunda fase, continúa Carlos Javier Bejarano, "los proyectos de CCA en Andalucía experimentaron un gran desarrollo y consolidación. Asimismo, además de actividades de promoción, animación comercial, marketing, etc., las cuales ya se venían desarrollando con notable éxito, en este periodo se avanzó en áreas como imagen y comunicación, urbanismo comercial o profesionalización de las gerencias, entre otras".

 

En este sentido, desde CECA como impulsora y coordinadora de la Red de CCA de Andalucía, desarrolló una serie de servicios para promover las  sinergias. "Entre todas las acciones se podrían destacar la creación de la marca paraguas de los CCA de Andalucía, desarrollo e implantación de señalética, creación de un gabinete técnico-urbanístico, fortalecimiento del modelo de partenariado público-privado y mejoras continuas  en las pymes participantes de los proyectos (calidad de servicio, escaparatismo, merchandising, formación…)".

 

Madurez. Actualmente, un alto número de CCA han logrado la madurez suficiente aunque, lamenta Bejarano, "la crisis económica de los últimos años ha puesto de manifiesto la necesidad de fortalecer el modelo de partenariado público-privado que, hasta el momento actual, ha estado liderado por las asociaciones de comerciantes que han venido liderando estos proyectos de Centros Comerciales Abiertos con el apoyo de las distintas administraciones y el resto de agentes socioeconómicos implicados".

 

Así las cosas, el reto de futuro para la evolución de los CCA, concluye Bejarano, pasa por "realizar determinadas reformas legislativas que permitan avanzar hacia un modelo de BID, o similar, al igual que ya ha ocurrido en otros países europeos como Reino Unido, Alemania o Bélgica".

 

Mientras tanto, la realidad es que la puesta en marcha de los Centros Comerciales Abiertos en Andalucía está proporcionando a los  establecimientos adheridos una serie de beneficios, entre los que destacan la concepción global de estos espacios -como servicios, cultura y ocio-, la especialización, la imagen conjunta o la proyección global, gracias a su localización en un casco urbano. Pero, además, son un elemento de cooperación empresarial que potencia el aprovechamiento de economías de escala y que genera sinergias con otras actividades, entre ellas el turismo, que posiciona a las ciudades andaluzas como referentes europeos de comercio y ciudad.

El asociacionismo como estrategia

En el caso de los Centros Comerciales Abiertos tiene una gran relevancia el asociacionismo dentro de un sector de carácter estratégico para Andalucía como es el comercio, el cual aglutina alrededor de 167.000 establecimientos, de los que el 60% son autónomos y el 98% cuentan con menos de nueve trabajadores.

Debido a los importantes resultados cosechados por esta actividad en la comunidad andaluza el pasado año, en el que, a pesar de las dificultades económicas, creció por encima de la media nacional situándose con 478.827 personas empleadas afiliadas en la Seguridad Social, para la Administración andaluza es un dato fundamental que fundamenta el hecho de que la pequeña empresa sean la columna vertebral de la actividad comercial en Andalucía y que, por ello, las políticas en este terreno han de estar consensuadas con los agentes sociales y económicos dirigidas a fortalecer a pymes, micropymes, empresas familiares y autónomos por lo que representan y aportan al sector.

Dentro de estas políticas, se encuentra el fortalecimiento de los Centros Comerciales Abiertos, que tienen como objetivo revitalizar los establecimientos en los entornos urbanos, impulsar el asociacionismo y mejorar la calidad de los servicios a los ciudadanos.

Según el Libro Blanco de los Centros Comerciales Abiertos de Andalucía, éstos se pueden clasificar en distintas tipologías: Tipología A, que sería los situados en municipios con población superior a los 100.000 habitantes. Tiene más de 500 comercios y servicios y más de 40.000 metros cuadrados de superficie comercial (activa y disponible) entre todos los establecimientos. Los de Tipología B están situados en municipios de entre 25.000 y 100.000 habitantes. Tienen entre 300 y 25.000 metros cuadrados de superficie comercial. Los CCA de Tipología C están ubicados en municipios con una población que oscila entre los 10.000 y 25.000 habitantes. Cuentan con una horquilla de 150 a 300 establecimientos comerciales  y más de 15.000 metros cuadrados de superficie comercial. Por último, los de Tipología D, se encuentran en poblaciones que no llegan a 20.000 habitantes. Tienen menos de 150 establecimientos de comercios y servicios y no supera los 15.000 metros cuadrados.

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