Citigroup anunció hoy que el 81 por ciento de los 45.000 millones de dólares de fondos públicos que ha recibido se destinarán a la concesión y renegociación de préstamos a empresas y particulares.

"Los estadounidenses de toda condición afrontan verdaderos apuros económicos y desde Citi debemos hacer todo lo que podamos para ayudarlos", aseguró el consejero delegado del banco, Vikram Pandit, a través de un comunicado.

Por ello, explicó que la entidad quiere poner en circulación "rápida, transparente y prudentemente" los fondos obtenidos a través de las ayudas públicas que Washington está insuflando a los bancos para combatir la crisis de liquidez que sufre el sistema crediticio estadounidense.

El banco estadounidense asegura haber aprobado con ese objetivo iniciativas, con cargo a los fondos públicos recibidos, por valor de 36.500 millones de dólares.

De esa cantidad, 25.700 millones de dólares se destinarán al mercado hipotecario residencial, 2.500 millones a préstamos personales y empresariales, 1.000 millones a créditos para estudiantes, 5.800 millones al ámbito de las tarjetas de crédito y 1.500 millones a respaldar deudas corporativas.

Este año Citigroup "seguirá prestando a consumidores y empresas de EEUU para alcanzar los 75.000 millones de dólares en nuevos préstamos en el cuarto trimestre", apuntó el banco.

De momento, la entidad calcula que desde que estalló la burbuja inmobiliaria en EEUU ha negociado con 440.000 propietarios que mantenían una deuda conjunta de 43.000 millones de dólares, para tratar de impedir que se les ejecutaran las hipotecas por impago.

La información facilitada por Citi llega después de las numerosas críticas que ha recibido el plan de inyectar dinero directamente en los bancos y por el temor a que esos fondos los utilicen las entidades en su propio beneficio en lugar de destinarlos a reactivar el mercado crediticio.

Pasada la media sesión en la Bolsa de Nueva York, los títulos de Citigroup caían el 5,7% hasta los 3,44 dólares, afectados también por noticias en la prensa local de que el banco estudia anular un acuerdo publicitario con los New York Mets, vigente desde 2006, algo que ha negado el propio equipo de béisbol.

Ese acuerdo, valorado en 400 millones de dólares y con un horizonte temporal de veinte años (lo que no supera los 20 millones anuales), incluía los derechos sobre el nombre del nuevo estadio que levanta ese equipo neoyorquino.

La semana pasada el banco ya se vio forzado a cancelar el pedido de un avión privado de 50 millones de dólares que ordenó en 2005, ante la presión ejercida desde Washington para que mostrara mayor austeridad.