Las sucursales bancarias registraron ayer importantes colas de clientes que debían aportar una copia de su DNI para que sus cuentas no fueran bloqueadas a partir de hoy.

Un trámite que, según pudo constatar Efe, muchos clientes han dejado para el último día, ya que ayer acababa el plazo para presentar una copia del documento de identidad, así como información sobre la actividad profesional que llevan a cabo.

Según la Ley 10/2010 sobre prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo, la entidades de crédito españolas tenían la obligación de identificar a todos sus clientes a partir del 30 de abril de 2015.

Esto significa que las entidades han tenido cinco años para pedir estos datos, aunque no ha sido hasta hace unos meses cuando han empezado a ponerse en contacto con su clientela, ya sea por correo ordinario, electrónico o incluso por sms. Según la ley, son las entidades las que tenían que contactar con el cliente, y no al revés, así que si alguien no ha sabido nada de su banco, en principio puede estar tranquilo, ya que la entidad tendrá en su poder todos los datos que necesita.

No obstante, también existe la posibilidad de que la entidad no haya logrado contactar con el cliente por haber mandado la carta a una dirección antigua, y éste, sin saber nada, se encuentre con la desagradable sorpresa de que no puede operar en sus cuentas a partir de hoy. En ese caso, el cliente dispondrá de un máximo de tres meses para regularizar su situación, antes de que la entidad requiera más trámites que la mera presentación del Documento Nacional de Identidad para volver a acceder a sus cuentas.