Los controladores y AENA se acusan mutuamente de haber cerrado las negociaciones de elaboración de un nuevo convenio colectivo sin alcanzar un acuerdo, y de tener "rotas" cualquier tipo de conversaciones en el sentido de encontrar una solución.

El presidente de AENA, Juan Ignacio Lema, anunció en rueda de prensa, que todo ha quedado en manos de la Dirección General de Aviación Civil, organismo dependiente del Ministerio de Fomento que es quien tiene que adoptar las soluciones pertinentes ante la situación. Al mismo tiempo, los representantes de los controladores atacaban a AENA a quien consideraban responsable de la situación a que se ha llegado y que se va a cerrar con la falta de convenio a 31 de marzo, fecha en que finaliza el acuerdo actualmente vigente.

Lema explicó que los controladores han estado llevando a cabo una estrategia "que ya conocemos de otras ocasiones" de prolongar las negociaciones para llegar al 31 de marzo, fecha final de la validez del convenio e "imponer sus condiciones, que son inaceptables". Para el presidente de AENA, el sindicato de controladores "ha negociado con mala fe", y eso es algo "que no podemos aceptar", y menos después de haber "leído que están dispuestos a colapsar el tráfico aéreo en Semana Santa".

Este organismo recordó el elevado salario que cobran los controladores como uno de los principales problemas que AENA quiere solucionar, y Lema ha destacado que (los controladores) "se han descolgado con unas peticiones inaceptables". Según el presidente de AENA, la petición de los controladores estaba en pasar de 780 millones de euros de masa salarial para 2009, "lo que se aleja de la política de las retribuciones de los empleados públicos".

Los controladores culpan a AENA de la situación en que se encuentra la ruptura de las negociaciones, y de haber sido este organismo el que ha actuado de forma ilegal durante los últimos cinco años al pagarles sin contar con la autorización de la Comisión de Retribuciones.

El presidente de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), Juan María García Gil, ha explicado que, durante dicho período, AENA negociaba con el colectivo convenios parciales, en los cuales se pactaban los salarios por prolongación de jornada. Tras haber roto AENA de manera "unilateral" la negociación con los controladores, el secretario de Comunicación del sindicato, Rafael López, ha insistido en que por parte de este colectivo no hay ningún conflicto y que no lo habrá.

Desde Huelva, el ministro de Fomento, José Blanco, que se encontraba en la localidad andaluza para asistir a un coloquio sobre infraestructuras, ha indicado que confía en que "todo el mundo actúe conforme a la ley y no se causen perjuicios ni a los ciudadanos ni al turismo".

La preocupación del sector aéreo se ha hecho manifiesta a través de un comunicado emitido por la Asociación Española de Usuarios, Empresarios y Profesionales del Transporte Aéreo (Asetra), que ha llegado a pedir la dimisión del ministro, por su "fracaso" en las negociaciones. Para esta asociación, los controladores no tienen la culpa de la situación, sino que es responsabilidad de Fomento y del gestor de los aeropuertos españoles (AENA). Desde el PP se reclama al Gobierno responsabilidad y liderazgo para buscar una solución que evite perjudicar al sector turístico durante las vacaciones de Semana Santa, que comienzan el 1 de abril, un día después de que finalice la vigencia del actual acuerdo entre controladores y AENA.