El consejo de administración de Deoleo, la principal compañía aceitera española, propondrá a la junta de accionistas que se celebrará en junio el cambio de la sede social de la compañía, que dejará de radicarse en Madrid y pasará a hacerlo en Córdoba, y más en concreto en la planta que la compañía tiene en el barrio de Alcolea. Es ahí, además, donde se envasa la histórica marca Carbonell. Y se puede considerar, también, que Deoleo abraza con esta decisión las raíces aceiteras de la compañía, ya que en Córdoba nació hace más de un siglo su rama olivarera. Recordemos que en 2001 SOS entró en el mundo del aceite tras comprar Carbonell, una centenaria firma cordobesa que había llegado a estar en manos francesas e italianas. Posteriormente, SOS vendería la marca de arroz que le daba nombre, se transformaría en Deoleo y se quedaría exclusivamente como empresa aceitera.

Ahora, para subrayar esta naturaleza aceitera, Deoleo vuelve a Córdoba, y da satisfacción a una de las principales pretensiones de la Junta de Andalucía en el proceso de reestructuración accionarial de la compañía. La propia Susana Díaz se había implicado en este objetivo, que tiene un carácter muy simbólico: en un momento en el que un fondo británico, CVC, está a punto de tomar el control Deoleo manda un mensaje de vinculación con la región. Esto no debe ocultar que la anunciada marcha de la cooperativa andaluz Dcoop, que aspiraba a esa toma de control y que cuenta con un 9,6% del capital, merma la idea de una Deoleo andaluza.

La compañía está en pleno proceso de reestructuración accionarial. Bankia, BMN y Dcoop han decidido vender sus acciones a CVC, que se hará con el 29,99% del capital y que posteriormente lanzará una opa sobre el resto del capital. Unicaja, Caixabank y Kutxabank, que ahora suman aproximadamente un 20% del capital y formarán el núcleo español, ya que han decidido no abandonar la compañía. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) sigue dispuesta a entrar en el accionariado, tal y como afirmó ayer su presidente, Ramón Aguirre, que habló de una horquilla de entre el 3,5% y el 20% y situó la posible compra en el otoño.