Economía

El BCE admite la fuga de depósitos del Popular y destaca su "oportuna" intervención

  • El presidente del BCE dice que la institución sólo detectó el problema de falta de liquidez de la entidad para declararla inviable. Explica que no intervino en el resto del proceso.

  • El tipo de interés de la zona euro se queda en el 0%, mientras que las previsiones de crecimiento son del 1,9% este año con una inflación del 1,5%. 

Mario Draghi, presidente del BCE

Mario Draghi, presidente del BCE / EFE

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha destacado la "oportunidad" con la que el Mecanismo único de Supervisión y la Junta Única de Resolución (JUR) actuaron en la resolución de Banco Popular, después de que el banco central advirtiera sobre su inviabilidad a consecuencia del problema de liquidez desencadenado por la fuga de depósitos sufrida por la entidad española, que acabó siendo vendida al Santander.

"Apreciamos la oportuna intervención", dijo Draghi en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, subrayando el principio de la institución de "no comentar casos de entidades concretas". Tras cederle la palabra al vicepresidente del BCE, el portugués Vítor Constancio, este ha añadido que las razones que forzaron la intervención del Popular estuvieron relacionados con un problema de liquidez y no tanto por un problema en la valoración de la solvencia de la entidad.

"Hubo una fuga de depósitos y un problema de liquidez", precisó el banquero portugués, quien subrayó que el papel del BCE en el caso del Popular se limitó a declarar que la entidad no era viable y trasladar este dictamen al Mecanismo Único de Resolución (MUR).

En este sentido, cuestionado sobre la decisión de adjudicar la entidad al Santander, Mario Draghi reiteró que una vez declarada la inviabilidad del Popular el papel del BCE había concluido y no participó en el resto del proceso.

En materia macroeconómica, el BCE prevé ahora un crecimiento de la zona del euro mayor del 1,9% este año (1,8% en las proyecciones de marzo), con una inflación menor del 1,5% (1,7 % en marzo), dijo Draghi, en una rueda de prensa. Previamente, el consejo de gobierno del BCE mantuvo su tasa de interés rectora, la que cobra a los bancos por prestarles a una semana, en el mínimo histórico del 0% y dijo que no va a bajarla más.

Los expertos del BCE prevén ahora para el 2018 un crecimiento del 1,8% (1,7% pronosticado en marzo) con una inflación del 1,3% (1,6% en marzo).

Asimismo, para el 2019 pronostican un crecimiento del 1,7% (1,6%) y una inflación del 1,6% (1,7%).

Draghi dijo que los riesgos para el crecimiento económico están "ampliamente equilibrados", lo que deja entrever que la entidad es más optimista, porque antes decía que había riesgos a la baja.

"Al mismo tiempo, la expansión económica no se ha traducido todavía en unas dinámicas de inflación más fuerte", según el presidente del BCE. Hizo hincapié en que la inflación subyacente, que descuenta los elementos más volátiles, como la energía y los alimentos frescos, sigue siendo contenida.

Por ello consideró que todavía se necesita una política monetaria muy expansiva para que suba la inflación subyacente a medio plazo, según el BCE.

Draghi recordó que la tasa de inflación bajó en mayo en la zona del euro hasta el 1,4%, desde el 1,9% de abril y frente al 1,5% en marzo.

Y añadió que "la reciente volatilidad en las tasas de inflación se debió principalmente a los precios de la energía y a aumentos temporales en los precios de los servicios en el periodo de Pascua".

Según su presidente, el BCE prevé que la inflación general se mantenga en los niveles actuales los próximos meses, pero que la inflación subyacente seguirá baja y tiene que mostrar señales convincentes de una subida.

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