La mayor parte de la población vive en ciudades y su crecimiento parece imparable a medio y largo plazo. La planificación y gestión de unos servicios públicos básicos, como son la recogida de residuos, la iluminación, zonas verdes o el mantenimiento del mobiliario urbano se han convertido en un auténtico reto para los ayuntamientos y entidades locales, ya que su coste es elevado y, sin embargo, los recursos económicos son muy limitados.

Para hablar sobre las posibles Propuestas de mejora en los servicios municipales, ayer se celebró un Desayuno de Redacción en el Diario de Sevilla en el que participaron representantes de varios municipios de Sevilla y Málaga.

Durante el encuentro se debatió sobre el coste de estos servicios públicos, sobre su gestión y retos a los que se enfrentan las administraciones locales. “¿Es posible realizar el mantenimiento de una ciudad con los impuestos y tasas actuales o hay que articular otro instrumento de financiación?”, preguntó en primer lugar el moderador y subdirector de publicaciones de Grupo Joly, Juan Manuel Marqués. “Para la conservación y mantenimiento de una ciudad todo recurso adicional es bienvenido”, aseguró el gerente de Urbanismo del Ayuntamiento de Sevilla, Rafael Márquez. Solo lleva la Gerencia de Urbanismo desde el 15 de julio, pero Márquez es consciente de que, para un gestor público “el presupuesto nunca es suficiente, pero los recursos no son infinitos y tenemos que adecuarnos a lo que tenemos”, lo que se traduce en un “esfuerzo para una gestión eficiente desde la planificación urbanística y que esos servicios se valoren”.

Un momento del Desayuno de Redacción.

La misma opinión sobre los recursos económicos compartió Luis Medina-Montoya, director general de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Málaga, quien recalcó que “el futuro es una sociedad centrada en la ciudad y nunca los recursos son suficientes”. Para Medina-Montoya, en la recogida y gestión de los residuos la filosofía de Europa es “quien contamina, paga y se tiende a que sea el ciudadano el que cubra el coste del servicio”, lo que ocurre que si “no existe esa tasa por residuos se vuelve difícil incentivar a la población y entonces, recurrimos a la sanción”. Apuntó Luis Medina-Montoya que los operarios del Ayuntamiento de Málaga ocupan el 85% de su tiempo en limpiar, “no en jardinería u otras tareas” porque el ciudadano “no tiene civismo. Hay que hacerles ver que sus hábitos tienen un efecto y un coste”.

El concejal de Urbanismo de Camas, Miguel Ángel Marín, reiteró de nuevo que todos “los servicios públicos son deficitarios” y que la crisis económica y la crisis del prestigio del político y el funcionario afecta “más a la administración local”. Por eso, para el concejal de Camas, el futuro pasa por externacionalizar servicios, “en la gobernanza entre lo público y lo privado. Tenemos que tener a la empresa privada como aliada”.

Por su parte, el alcalde de Vélez-Málaga, Antonio Moreno, señaló que su ciudad con 11 localidades y 22 kilómetros de costa y otros 50 de carriles “si no externalizamos servicios y los hiciéramos todos desde el Ayuntamiento solo en trasladar a los operarios nos llevaría una mañana”. Para Antonio Moreno, al igual que para los demás participantes, los dos grandes retos a mejorar son el económico, “que lo veo difícil” y el “educacional” a los que añadió la temporalidad: “los vecinos demandan algo, les dices una semana y como no cumplas, ya están reclamando”.

También habló sobre la concienciación ciudadana el delegado de Urbanismo del Ayuntamiento de Bormujos, Manuel Romero: “llevo en el cargo solo 60 días, pero lo que sí hemos hecho es crear el proyecto Ciudad Consciente –la Concejalía es de Urbanismo y Ciudadanía Consciente–, porque era una asignatura pendiente”. En este proyecto están presentes las delegaciones de Medio Ambiente, Participación Ciudadana, Deportes..., “porque hay que concienciar al ciudadano en participar más en el desarrollo de la ciudad, aunque nosotros tenemos que darles esas herramientas; queremos transformar, por ejemplo, los parques en los centros de los barrios, que sea un lugar de convivencia. El reto es vivir más pero también vivir mejor”.

Participantes en el encuentro celebrado en la sede de Diario de Sevilla.

En Andalucía hay 722 ayuntamientos “y no hay criterios generales que sirvan para todos. En todos los años que llevo como funcionario del Ayuntamiento de Fuengirola he visto muchas cosas, lo que unos políticos ponen otros quitan y la mejora de los servicios públicos debería estar por encima del político” y ser a largo plazo. Así se pronunció el jefe del Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Fuengirola, Antonio Jesús Cañamero. Él defendió que para tener unos servicios públicos eficientes sería necesario unas normas o planes directivos comunes para todos los ayuntamientos, así como una definición de los servicios básicos que tienen que prestar, así se “evitarían costes.

Para cerrar el tema económico, el gerente de Urbanismo de Sevilla recordó que la crisis económica “hizo mucho daño a la administración local que vio mermado su personal y no se ha recuperado” y que, además ahora, “tenemos un techo de gasto. Aunque el consistorio tenga remanente positivo no podemos gastarlo” y eso, continuó Rafael Márquez, “no lo entiende el ciudadano; que aún con dinero no se pueda arreglar algo”.

Con este panorama, políticos y funcionarios participantes en el Desayuno de Redacción se mostraron de acuerdo en que, de la mano de que empresas privadas asuman algunos de los servicios de mantenimiento y sostenibilidad de las ciudades, debe ir la información al ciudadano. Para ello, cuentan los ayuntamientos con diferentes herramientas y programas de “digitalización que hacen más inteligente la gestión”, afirmó Rafael Márquez. Es el uso de las nuevas tecnologías para recibir información en tiempo real, “que permiten al ciudadano convertirse en inspector” de sus ciudades y también de saber cómo se está desarrollando el servicio, apostilló Miguel Ángel Marín.

No obstante, y como apuntó el alcalde de Vélez-Málaga, “nuevas tecnologías sí, pero con capacidad económica” que permita luego al personal del ayuntamiento formarse, saber utilizarlas, etc. Por eso, defendieron los participantes que, hoy por hoy, son las empresas privadas quienes poseen un personal más especializado en estas tecnologías y que ajustarán a los servicios que les pidan los consistorios.