El Ministerio de Hacienda calcula un recorte de unos 400 millones de euros en la previsión de ingresos para 2023 y 2024 por el nuevo impuesto a energéticas respecto a lo inicialmente previsto, tras la incorporación de enmiendas a la proposición de ley en la tramitación parlamentaria de PNV y PDeCAT y por la adaptación de la resolución que emitió la Comisión Europea una vez ya se había iniciado el trámite.

Tras la aprobación este jueves por parte del Congreso de los Diputados de la proposición de ley que incluye los impuestos a las energéticas, la banca y grandes fortunas, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha explicado en la Cadena Ser, que esos 400 millones suponen un ajuste de en torno a un 10%, respecto a los 4.000 millones que en principio el Ejecutivo preveía que iba a recaudar en 2023 y 2024. Así, la recaudación total en dos años por este nuevo tributo temporal sería de unos 3.600 millones de euros.

La rebaja es sustancialmente menor a la que habían calculado analistas de Bankinter la semana pasada, de 2.000 millones de euros.

Montero ha explicado que haber incluido las enmiendas de PNV y PDeCAT -que excluye del importe neto de la cifra de negocio el correspondiente a las actividades reguladas y supone la aplicación solo a la actividad que las empresas desarrollen en España- "no es un triunfo del lobby" de las energéticas.

"Creo que no somos sospechosos justamente de tener que sucumbir a ningún tipo de lobby", ha enfatizado la titular de Hacienda.

La proposición de ley en la que se incluye este impuestos -y en la que también se incorpora el nuevo tributo temporal a la banca y grandes fortunas- fue respaldada este jueves por el Congreso de los Diputados al contar con el apoyo de 186 diputados del PSOE, Unidas Podemos, ERC, Bildu, Junts, Más País-Equo, Compromís, CC, la CUP y BNG.

Los 152 diputados del PP, Vox, Ciudadanos, Navarra Suma y Foro Asturias votaron en contra, y los 10 del PNV y PDeCAT se abstuvieron en una votación pública por llamamiento, pedida por Más País y Compromís, que obligó a que los diputados fueran poniéndose en pie en el escaño para anunciar a viva voz su voto. Montero cree que "tiene muy poco sentido" que ayer se pidiera este voto por llamamiento, ya que significa prolongar mucho la votación que finalmente se produjo pasada la medianoche.

En cuanto al nuevo impuesto temporal a la banca, Montero ha remarcado que el Gobierno seguirá adelante con su aplicación, pese a las opiniones emitidas por diferentes organismos internacionales, como el Banco Central Europeo.

La ministra ha asegurado que "en ningún momento" ha sido recomendada la paralización de la puesta en marcha de este nuevo tributo. "El Banco Central Europeo nunca dijo que el impuesto no se contemplara, lo que sí advirtió es que se debían de tener en cuenta los intereses de las entidades financieras", ha explicado Montero.

La ministra ha apuntado que "cada uno" tiene su tarea: el Gobierno, afirma, debe "proteger a la ciudadanía y a la mayoría social de este país" y el Banco Central Europeo a las entidades financieras.