Probablemente el químico Thomas Midgley tuvo la mejor de las intenciones cuando pensó que los clorofluorcarbonos (CFCs) eran una mejor alternativa a los refrigerantes -tóxicos- que entonces se utilizaban para las neveras. Sin embargo, su utilización masiva desde su invención en los años 30 ha provocado uno de los mayores problemas de la humanidad: el agujero de la capa de ozono. Las cosas no salen siempre como uno se las espera, y menos aún si, como entonces (y hasta no hace mucho) cualquier planteamiento innovador se sustentaba en cambiar la forma de hacer algo sin tener demasiado en cuenta todas las variables que podrían verse afectadas. Aunque de forma literal es una frase algo más enrevesada, el Manual de Oslo, referencia mundial en la medición de la innovación, viene a decir que se innova cuando se hacen determinadas cosas de una forma diferente a como se estaban haciendo. Sin embargo, a estas alturas del siglo XXI la innovación ha ido adquiriendo cada vez más valor por sus efectos en los demás: en la sociedad, en la salud, en la economía o en entorno. Innovar, ahora, es hacer las cosas de otra manera, pero además hacerlas mejor para todos. Mejor para el planeta.

Innovación y sostenibilidad son ya conceptos inseparables, y es necesario reconocer a quienes trabajan por hacerlo posible. Con esa idea, el Grupo Joly y BBVA convocaron la primera edición de los Premios Innovación Sostenible, cuya final ya se ha celebrado para poner nombre propio al talento y el compromiso andaluz, además de un claro reconocimiento a las empresas andaluzas que apuestan por la innovación y la tecnología de un modo sostenible.

Francisco Javier Jerez, director de la Territorial Sur de BBVA.

Precisamente en unos tiempos en los que la incertidumbre ha tomado la delantera, como recordaba el Director de la Territorial Sur de BBVA, Francisco Javier Jerez, es cuando que “fomentar y reconocer” a aquellas empresas andaluzas que en su actividad diaria contribuyen “a que tengamos un mundo más ético, más auténtico y, en definitiva, más sostenible”. Frente a la “multitud de factores” que en el contexto actual “no controlamos”, aseguraba Jerez, es importante hay que volcarse “en aquello que sí está en nuestras manos”, actuando, cada cual en su ámbito, “con generosidad, con compromiso, con esfuerzo, con dedicación, con valentía y con valores”, sobre todo con valores, que son “fundamentales para construir una sociedad mejor”. En BBVA “tenemos muy claro que esto debe ser así”, y dentro de esos valores está el de “pensar en grande, y que va de romper moldes, de no conformarnos con lo estándar”, porque “Como decía Van Gogh… ¿Qué sería de la vida si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?”

Se trata de ir más allá, por ejemplo a través de la innovación y de la financiación de iniciativas sostenibles: más de 40.000 millones ha movilizado ya la entidad para luchar contra el cambio climático e impulsar el desarrollo sostenible. Y prevé otros 60.000 millones hasta 2025: “No es una moda”, aclaró el Director de la Territorial Sur de BBVA, sino “una necesidad para la sociedad y un factor esencial para el crecimiento de las empresas”. Francisco Javier Jerez ha querido destacar la “actitud, la ilusión y la pasión” que han puesto los ocho finalistas en sus proyectos, y que “son claves para pensar en grande”. En las iniciativas presentadas “se suman muchos momentos de esfuerzo, visión y superación, y hoy aquí tenéis todo nuestro reconocimiento y nuestra admiración”.

Las ocho empresas presentaron, en un interesante evento final retransmitido en directo a través de Youtube y de las nueve webs del Grupo Joly y que contó con la participación de David Iglesias, Director general de Biorizon Biotech, sus mejores ideas para mejorar el mundo. No se lo pusieron nada fácil a un jurado formado por el propio Francisco Javier Jerez, Director de la Territorial Sur de BBVA; Tomás Valiente, Director General de Grupo Joly; Alberto Grimaldi, Redactor Jefe de Economía Grupo Joly; Manuel Enrique Figueroa, Catedrático de Ecología de la Universidad de Sevilla; y Francisco Casero, Presidente de la Fundación Savia, que destacaron, en boca de Grimaldi, lo difícil que les había resultado la elección y el valor de cada una de ellas como merecedoras del premio.

Pero solo podían ganar cuatro. En la categoría de Turismo y Agroalimentario el premio recayó sobre Bebidas Vegetales del Sur Bebe Sano, una fábrica granadina de bebidas y conservas vegetales ecológicas en envases retornables que, además, utiliza materia prima de cercanía como forma de apoyar a los productores locales, que son las que marcan sus propios precios, como explicó el tesorero de la empresa, Romualdo Benítez.

Francisco Javier Jerez entregó el premio a Romualdo Benítez, de Bebidas Vegetales del Sur.

En la segunda categoría (Sector Sanitario, Educativo y Responsabilidad Social), la ganadora fue Hidralia. La compañía, que gestiona el ciclo integral del agua en varios municipios de todas las provincias andaluzas, presentó, de manos de su Director de Desarrollo Sostenible y Transformación, Gustavo Calero, la Red Andaluza Contra el Cambio Climático (REDAC), un foro permanente dirigido a fomentar la concienciación social en la lucha contra el cambio climático en Andalucía que hoy en día ya cuenta con más de 550 entidades adheridas, de todos los tamaños y sectores, que entre otras cosas comparten conocimiento y buenas prácticas en esta materia.

Gustavo Calero, de Hidralia, recibió el premio de manos de Tomás Valiente.

Grupo Axfito ganó el premio en la categoría de Sector Financiero y Administrativo. Una empresa perteneciente al sector de las industrias culturales y creativas que en el año 2019 se embarcó en un proyecto para la innovación en la construcción de maquetas tiflológicas para las personas ciegas. Tifloactiva es el novedoso sistema patentado por la empresa que viene a sustituir las tradicionales maquetas con sistema braille por “maquetas parlantes” (como las definió Daniel Cucharedo, el fundador del proyecto) mediante la utilización de sistemas inteligentes gracias a una serie de sensores táctiles que convierten en interactivos los elementos que se deseen.

Daniel Cucharedo, de Grupo Axfito, recibe el premio de manos de Manuel Enrique Figueroa.

Por último, Novatecnic, por su proyecto Novality, se llevó el premio en la categoría de Transporte y Comunicaciones. Se trata de un estacionamiento subterráneo inteligente y seguro para bicicletas y otros vehículos ligeros sostenibles basado en un sistema de taquillas individuales al que se puede acceder mediante el empleo de una APP, que también funciona como centro de reservas. Francisco Marqués, gerente de la empresa, destacó el valor del proyecto como “una solución al nuevo desafío de la micro movilidad” en las ciudades.

Francisco Casero entregó el premio a Francisco Marqués, de Novatecnic.

Las finalistas, Gas2Move (un proyecto que presta servicios logísticos y se ha convertido en líder del reparto eco-sostenible de última milla en España gracias a una estrategia basada en una flota de vehículos propulsada por energías alternativas); Deoleo, que presentó su proyecto “Sensibilización hacia nuevos métodos sostenibles de cultivo en el olivar”, una iniciativa, desarrollada en un total de 34 almazaras en toda Andalucía que ha permitido a la prestigiosa firma andaluza trabajar con casi 30.000 pequeños agricultores en la región; Laboratorios ABBAP Pharma, una empresa de base tecnológica del sector farmacéutico que ha desarrollado un principio activo para el tratamiento de las hemorroides que comprende un extracto 100% natural obtenido de forma sostenible; y Climalimpio, una consultora estratégica ambiental que, mediante su protocolo Climalimpio Launching PAD (LP), tiene por objetivo catalizar la transición ecológica en las administraciones públicas.

El evento contó con la participación especial de David Iglesias, Director general de Biorizon Biotech, que, mediante videoconferencia, habló a los participantes sobre los orígenes y el espíritu innovador de la compañía almeriense, líder en la producción de biofertilizantes basados en microalgas. Iglesias compartió además algunos de los proyectos de responsabilidad social en los que está inmersa la empresa, auténtica referencia en sostenibilidad e innovación.

El premio, que no es sino un reconocimiento al valor de la gente, a su creatividad y su impulso por tratar de dejar el planeta mejor de como lo encontraron, tendrá continuidad en una segunda edición que ya está en marcha. Larga vida a la innovación sostenible.