El consejero andaluz de Empleo, Antonio Fernández, se mostró este jueves "optimista" y previó que los datos de desempleo de mayo "pongan fin a 13 meses consecutivos de subida del paro", aunque también hizo referencia a la "gran aportación de población activa" de Andalucía que podría dejar el saldo final en negativo.

En declaraciones a los periodistas antes de inaugurar la 56 Junta Semestral de Predicción, un foro organizado por el Centro de Predicción Económica (Ceprede), Fernández explicó que el mercado de trabajo en Andalucía tiene un "numeroso" incremento de personas sin empleo anterior, que puede hacer que la previsión de disminución del paro "no aflore tanto por el incremento de población activa".

Según apuntó, se está dando un efecto de solidaridad, por el cual cuando un trabajador pierde un empleo "y va a casa, salen dos parados". Es decir, "la persona que ha perdido el empleo y otro de los miembros de la familia que en una actitud lógica se convierte en un nuevo demandante de empleo".

Por su parte, el director de Ceprede, Antonio Pulido, señaló que "la mayoría de las tasas de caída están siendo menores y otras lo serán en los próximos meses", pero "si se es realista", según afirmó, "se sigue cayendo en la mayor parte de los indicadores y no se va a cambiar su ritmo y de pronto va a empezar a crecer espectacularmente".

Nadie ha negado la adaptación"

Por otra parte, preguntado por las declaraciones del secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, quien se mostró ayer a favor de acometer una reforma en el mercado laboral para frenar el aumento del paro y evitar que la tasa de desempleo española sea "mucho mayor" que la del resto de Europa, como sucede en la actualidad, el consejero de Empleo destacó que "nadie ha negado la adaptación".

"Es más en los distintos gobiernos del PSOE se han abordado adaptaciones de nuestro mercado de trabajo y el presidente actual impulso la reforma laboral que más empleo creó", subrayó.

Asimismo, hizo hincapié en que una adaptación del mercado de trabajo "no es un abaratamiento del despido" porque "el coste del despido no es el causante de la crisis actual" y decir, según apuntó, que "una crisis mundial se debe a los costes por despido es una simplificación inadmisible".