El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, alertó ayer de las "complicaciones" de una inflación en España tan baja, después de que el Instituto Nacional de Estadística publicara que el Índice de Precios de Consumo (IPC) se situó en una tasa interanual del 0,0% el mes pasado tras caer dos décimas. Es la tasa más baja en un mes de febrero desde que se inició la serie histórica, en 1961.

Linde reconoció que la baja inflación tiene algunos aspectos positivos, como ayudar a mantener el poder adquisitivo y a mejorar el consumo. Pero también hace más difícil el proceso de desendeudamiento y agrava el problema de la deuda pública. Esto es así porque cuando los precios suben, con el paso del tiempo baja el peso relativo de la deuda, y la cantidad adeudada pierde valor. Pero si la inflación es baja o incluso si hay deflación, el valor de las deudas "aumenta".

Como recordó el gobernador de la entidad supervisora, el objetivo de inflación del Banco Central Europeo (BCE) es una inflación del entorno del 2%, una cifra de la que España está "un poco alejada" en este momento.

El BCE prevé un IPC del 1% en Europa en 2014, Linde ha considerado que España puede acabar el año en el 0,4% o el 0,5%, lo que implica "alguna dificultad" para la recuperación, porque es una inflación "muy baja". Desde el Gobierno, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aun reconociendo los riesgos, aseguró que la tasa es más positiva que negativa porque supone una ganancia de competitividad directa y de poder adquisitivo sin tener que subir las rentas.

Según el INE, la senda descendente de los precios se debe a la caída de los precios de los carburantes y lubricantes, y también a la bajada de los medicamentos y otros productos farmacéuticos. En la bajada del IPC interanual de febrero también repercutieron negativamente la caída del 1,1% del precio de las frutas frescas y aceites y la disminución del 0,7 % del precio de otros bienes y servicios, como los seguros.

En tasa mensual, la inflación también se situó en el 0% y entre los grupos que influyeron negativamente destacó el del vestido y el calzado, cuyos precios bajaron el 1,7% debido a la temporada de rebajas. En cuanto a la inflación subyacente -que excluye la variación de los precios de los alimentos frescos y la energía- disminuyó una décima hasta el 0,1%.

Respecto al futuro y Gobierno, Banco de España coinciden en que acabará el año en el 0,4% o 0,5% interanual. La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) prevé que se sitúe en diciembre de 2014 en el 0,5%. Así, el organismo revisa una décima porcentual a la baja la previsión de inflación para final de año y estima que "si el precio del petróleo se mantiene estable a lo largo del ejercicio, la tasa interanual de inflación será, tal como prevé, del 0,5% a final de año.

La CEOE rebaja este pronóstico una décima, al 0,4%, "muy inferior al crecimiento de los salarios en los convenios colectivos, que es del 0,6%". La patronal cree que "cualquier deterioro de la competitividad derivado de incrementos salariales u otros factores, supondría una limitación para la recuperación de la economía española". Todo lo contrario de lo que piensan UGT y CCOO, que ven necesario un incremento del poder adquisitivo de los trabajadores .

En Andalucía, la contracción es aún mayor que en España. El IPC bajó tres décimas en tasa interanual y se situó en tasas negativas (-0,2%), algo que no ocurría desde octubre de 2013. Con este descenso, la inflación acumulada durante este año se sitúa en la región en el -1,6%. Por sectores, la inflación mensual bajó más en Andalucía en vestido y calzado por las rebajas de invierno, un 1,1%, y en alimentos y bebidas no alcohólicas, un 0,4%, y subió más en ocio y cultura, un 0,8%. En tasa interanual los apartados menos inflacionistas fueron comunicaciones (-6,8 %), ocio y cultura (-2,1 %), y transporte (-1,9 %).