"La ciudad de Querétaro es en aeronáutica lo que Sevilla era hace 20 años". Lo dice Alberto Simón, presidente de la sevillana Navair. Esta empresa, especializada en cableado para aeronaves, inauguró en noviembre una fábrica en esa urbe al norte de México D.F. y ha trabado una intensa relación con la nueva Universidad Nacional Aeronáutica de Querétaro.

Tanto es así que Simón ha organizado esta semana una ronda de visitas de Jorge Gutiérrez, rector de la UNAQ, a diferentes empresas sevillanas, a la FAL del A400M y a la propia Escuela de Ingenieros de la Universidad Hispalense. En este periplo les ha acompañado personal de la Fundación Hélice, asociación que agrupa a las empresas andaluzas del sector y a la administración.

El fabricante aeronáutico canadiense Bombardier posee dos factorías en Querétaro, en una de las cuales ensambla su modelo Learjet 85. Además, planea implantar una tercera instalación para producir el cableado de otro modelo, el nuevo CSeries. Al calor de esta amplia implantación, ha surgido una recinto especializado para esta industria "que es una especie de Aerópolis mexicana, ejemplifica Jorge Gutiérrez, rector de la UNAQ.

"Lo que nos distingue es que en el mismo recinto está ubicada la FAL, el parque de proveedores y la propia Universidad. Ahora, con estas visitas a Sevilla y luego a Toulouse y París, buscamos instituciones académicas y empresas que se sumen a este polo de actividad". No obstante, Gutiérrez tiene claro qué papel debe de jugar la institución que gestiona, que está operativa desde el pasado enero y cuenta con 300 alumnos.

"Bombardier llega a México atraído por el bajo coste. Nosotros queremos cubrir necesidades de formación a corto plazo para ellos, pero también buscamos ofrecer formación más compleja pensando en que, a medio plazo, ellos y otras empresas traigan a Querétaro procesos productivos cada vez más complejos". Un discurso que suena muy parecido al que también defienden las administraciones andaluzas.

En la reunión con responsables de la Universidad de Sevilla quedó claro el novedoso concepto formativo que ofrece la UNAQ. Esta institución pública pretende que de sus aulas salgan técnicos básicos, técnicos superiores (algo así como las dos ramas de la FP española) e ingenieros.

Todo en una mismo centro, ubicado junto a las industrias tractora y auxiliar, y cuya aula principal no tiene asientos, sino bancos de trabajo porque está construida a semejanza de una FAL. "Nuestro edificio principal es una gran nave", describe el rector. Algo que descoloca a los responsables de la Hispalense, que no obstante reconocieron el atractivo reto que supone la UNAQ. Ambas entidades acordaron explorar el posible intercambio de profesores y alumnos una vez que la mexicana acumule experiencia.

Más allá de este encuentro, el rector visitó las instalaciones de Navair, Airgrup, Consur y Gravisur. En este plano empresarial, Alberto Simón destaca que México es un polo de desarrollo aeronáutico clave a escala global. "Fabricantes franceses de primer nivel como Snecma, filial de Safran, o Eurocopter, integrada en EADS, así como la española Aernnova ya están o han anunciado que quieren estar instalados. Además, la propia EADS quiere llevar allí parte de la producción de sus plantas francesas como parte de su plan de recorte de costes Power 8 plus", explica el directivo. Una zona en auge con la que Andalucía puede establecer sin duda planes de altos vuelos.