El Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) ha conseguido superar la crisis económica con más luces que sombras, hasta el punto de que el año pasado batió su récord histórico de empresas instaladas y empleos y alcanzó su segunda mayor facturación agregada. La tecnópolis malagueña terminó 2015 con un total de 626 empresas, seis más que en 2014. No es un crecimiento excesivo, pero hay que tener en cuenta que el saldo es positivo, pues entraron más de las que se marcharon o cerraron, algo habitual en un entorno de innovación. Esas compañías tienen, a su vez, 16.774 trabajadores, lo que representa un 8,4% más que en 2014 y el doble que hace una década. En este sentido, en los últimos diez años, con una crisis ingente por medio, el PTA ha logrado casi duplicar el número de empresas y el de puestos de trabajo. La facturación agregada de las compañías instaladas en el parque fue el año pasado de 1.625 millones de euros, un 5,8% más.

Estos datos fueron aprobados ayer por el consejo de administración de la entidad, que está formada mayoritariamente por la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Málaga y en el que también son parte del accionariado Unicaja y la Universidad de Málaga. El director de la tecnópolis, Felipe Romera, ya avanzó hace unos meses que se esperaba un fuerte crecimiento en empleo y dudaba si aumentaría o no el número de empresas. La llegada de varias multinacionales ha sido clave para acabar nuevamente en números positivos. En 2015 se instalaron firmas de gran tamaño como ITRS, Insa o Ciklum y otras medias como Toquero Renovables, Gymcraft, BukitInvest, Novoshore, Cosaw o Basenet Services. Además se han consolidado, anunciando la ampliación de sus plantillas, empresas como Ericsson u Oracle.

Hay 60 empresas extranjeras, el 10% del total, pero éstas representan el 20% del empleo porque varias de ellas mueven grandes volúmenes de personal, siendo en muchas ocasiones extranjeros que pasan temporadas en Málaga. De hecho, el Ayuntamiento de la ciudad y el PTA tienen un acuerdo para ayudar a los trabajadores foráneos que se instalen en la localidad a buscar vivienda, colegios, médicos, etcétera. Es lo que llaman soft landing, aterrizaje suave.

José Luis Ruiz Espejo, presidente del PTA, destacó ayer la llegada de nuevas empresas y la consolidación de algunas multinacionales "que han apostado por seguir creciendo en Málaga. Estamos en una tendencia muy positiva porque no sólo se incrementa la facturación empresarial, sino que esos beneficios suponen un aumento del empleo, lo que desde luego para nosotros es un aspecto cualitativo muy importante". "Tenemos una marca consolidada, una marca que en años anteriores también ha sufrido los vaivenes de la crisis económica, pero que debido a su naturaleza ha salido reforzada, y por eso podemos estar ahora hablando de este crecimiento", añadió.

Por su parte, Felipe Romera recalcó el despegue de lo que se ha denominado la "segunda ola de innovación" en el PTA malagueño, donde existe un mayor protagonismo de las empresas extranjeras y multinacionales junto con un mayor acercamiento a los emprendedores y a la Universidad de Málaga a través de un edificio de uso conjunto llamado El Rayo Verde.