Economía

Pasa la vida, por Juan Luis Pavón: 'En manos de la selección'

España pierde el control de su economía, es goleada en la Eurozona y se encomienda al sueño de una noche de verano en Kiev alzando una copa. Sevilla se ve precursora en huir de la pesadilla financiera y espantar la depresión, por eso iniciará junio peregrinando a la Cartuja con el fin de rendir culto a San Íker, San Andrés y San Xavi. Si hoy es viernes, el almuerzo es un Consejo de Ministros. Pero no está Soraya para leernos la cartilla desde La Moncloa. Se halla en Washington pidiendo ayuda para un rescate que no parezca un rescate. Con la ausencia de la vice, y en un momento de máxima preocupación, siendo España la comidilla de la semana en los mentideros occidentales, quién mejor que Rajoy para hablar a la nación en nombre del Gobierno y desde la sede del Ejecutivo, no como hizo erróneamente el pasado lunes desde el cuartel general del PP. Pues tampoco esta vez. Rajoy sí comparecerá hoy por la tarde en Las Rozas despidiendo a la selección española de fútbol con vistas a su participación en la Eurocopa que se celebra en Polonia y Ucrania. Pero, señor presidente, que la campeona del mundo y europea viaja hoy de Madrid... a Sevilla, donde juega el domingo contra China. Y es el martes cuando salen desde Barajas rumbo al campeonato. No tenga tanta prisa en ponerse en manos de la selección como valor refugio que cotiza al alza en los mercados (de apuestas), todo lo contrario que la deuda de nuestros bancos, nuestros gobiernos, nuestras empresas y nuestros vecinos.

Rajoy le endosa hoy el marrón dialéctico a Cristóbal Montoro, el ministro del perfil de duro con las autonomías, dos días después de que el comisario europeo (y germano) Olli Rehn le marcara la jugada a seguir. De Guindos incurre cada vez más en fuera de juego, Bruselas y Fráncfort le han sacado los colores por su manejo de Bankia, y sólo se le ocurre vaticinar que el futuro del euro se juega en España e Italia durante las próximas semanas. Sí, España e Italia juegan su primer partido el 10 de junio a las 18:00 en Gdansk. Allí comenzó la segunda Gran Guerra. La tercera la estamos perdiendo porque nos hemos dado muchos tiros en el pie. Y el Gobierno se encomienda a la táctica de Vicente del Bosque. Por eso le han ordenado al ministro Wert que no se le ocurra recortarle a la selección ni la etiqueta de sus baúles. Ni la melena a Sara Carbonero. Necesitamos a Casillas más héroe que nunca para llegar a final de mes. A eso se ha reducido el largo plazo en España. A treinta días con el Gobierno sometido cada media hora a un ultimátum político, bursátil, calificatorio o mediático.

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