Industria y energía

De Re(surrección) Metallica en Andalucía

Rafael Salgueiro

Profesor de la Universidad de Sevilla

En sólo una década ha cambiado por completo el panorama minero en Andalucía. A principios de este siglo la Administración y buena parte de la opinión pública daban por finalizada la edad de los metales andaluza, aceptando que el proyecto de Cobre Las Cruces en Sevilla aprovechaba una singularidad geológica pero que el tiempo demostraría que era inviable, y admitiendo que Mina de Aguas Teñidas (Matsa, también un nuevo yacimiento) habría de ser "el último mohicano" de la minería onubense. La realidad actual dista mucho de aquella suposición que no era acertada porque estaba fundada sólo en el entonces bajísimo precio de los metales y no tenía en cuenta la existencia de yacimientos explotables a otros niveles de precios y las posibles reservas que esperaban a ser descubiertas.

Este pensamiento no era incoherente con el que entonces dominaba en Europa, incluso en sus instituciones, que restaba importancia a la industria básica y aún a la manufacturera y consideraba que las actividades extractivas eran algo propio del pasado en los países desarrollados. Toda esta lamentable ingenuidad se ha estrellado contra la fuerza de los hechos económicos y se ha producido un claro cambio de percepción hacia la industria. La comunicación de la Comisión Europea An Integrated Industrial Policy for the Globalisation Era (2010) es elocuente en su primera línea: "Ahora más que nunca Europa necesita de la industria y la industria necesita de Europa". Y no puede ser más claro el dictamen del Consejo Económico y Social Europeo titulado Iniciativa sobre la minería no energética en Europa (2009), que recomienda  mejorar la legislación, intercambiar las mejores prácticas, eliminar las excesivas cargas administrativas y facilitar las actividades de exploración, entre otros extremos. Se reconoce explícitamente la necesidad de mejorar la imagen del sector y otorgar reconocimiento a su importancia porque, literalmente, "el futuro del crecimiento sostenible de Europa dependerá en gran medida de sustancias extraídas en su territorio".   

En Andalucía disponemos de un actualizado plan de ordenación de recursos minerales, el Pormian 2010-2013, que hace suyas aquellas recomendaciones y de cuya diligente aplicación son buena prueba los permisos y autorizaciones concedidos en los últimos tiempos o la convocatoria de concurso sobre 61 concesiones de exploración caducadas.

Esto se corresponde con una realidad actual que no puede ser más halagüeña. Yendo de este a oeste existe un atractivo proyecto de reapertura de la mina de hierro de Alquife (Granada), cerrada desde 1996. En Fuenteovejuna (Córdoba) Eurotin Inc. está investigando estaño y califica de interesantes los resultados de los sondeos. En Sevilla, Cobre Las Cruces ha anunciado que va a investigar en 2013 el mineral primario, un polimetálico bien diferente a la calcosina que ahora beneficia por vía hidrometalúrgica, y va a evaluar  el aprovechamiento del gossan que han ido retirando, lo que conjuntamente podría añadir 10 / 15 años a su proyecto actual. En Huelva es factible que en algún momento Emed Tartessus (Riotinto) consiga finalizar su larguísima y prolija tramitación administrativa, si bien existen otros inversores que han manifestado interés en ese proyecto, y en ese entorno es posible que mina Concepción pueda darnos una sorpresa agradable. También en Huelva, además de la actividad de Matsa (en Almonaster y cuyo accionista directo es la potente compañía internacional Trafigura), se están activando La Zarza (Ormonde Mining), Sotiel (también Matsa), Lomero-Poyatos (en Cerro del Andévalo, titulada por Petaquilla Minerals). Y, entre otras, a principios de año han sido transmitidos los derechos sobre La Joya. En definitiva, la gran obra de I. Pinedo Vara Piritas de Huelva vuelve a ser el manual de referencia.

Ahora bien, debemos tener presente que buena parte de estos proyectos son minas marginales y que su vida, a largo plazo, habrá de sufrir períodos de precios sustancialmente inferiores a los actuales aunque las nuevas tecnologías de beneficio les permitirán defenderse mejor que en el pasado. En estas condiciones añadiría atractivo y seguridad a la inversión el compromiso de aplicación diligente de la suspensión de actividades por causas económicas contemplada en la Ley de Minas, evitando añadir conflictos y extracostes administrativos y económicos innecesarios; por ejemplo mediante condiciones prepactadas de suspensión, indemnización laboral y mantenimiento de instalaciones, a sufragar con provisiones específicas acumuladas durante la explotación y que deberían ser objeto de un tratamiento fiscal adecuado.

Y no podría faltar aquí una referencia a otros recursos, los hidrocarburos no convencionales (shale gas) que está siendo investigados en las provincias de Córdoba y Jaén por parte de Oil & Gas Capital, sin que sean estas provincias las únicas que pueden albergar reservas. No faltará oposición a su tecnología de extracción, la fracturación hidráulica, pero ésta será, sobre todo, porque este tipo de hidrocarburos está llamado a transformar la geoeconomía mundial del petróleo y del gas y con ello el paradigma de un agotamiento próximo de los hidrocarburos, de su coste inevitablemente creciente y de la dependencia de los países ahora productores, todo lo cual está en la base de las políticas energéticas actuales.

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