Economía

Zapatero: "Cumpliremos con holgura el objetivo de déficit para 2010"

  • El presidente dice que será inferior al 9,3% marcado en el plan de estabilidad y asegura que su reducción hasta el 6% en 2011 es "incuestionable".

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reiteró el compromiso del Ejecutivo con las reformas estructurales como única manera de fortalecer el crecimiento económico y recuperar el empleo, razón por la que antepuso "el impulso reformador" al consenso político y social.

Ante un auditorio en el que la representación política era gubernamental y los interlocutores sociales procedían únicamente del ámbito empresarial, Zapatero presentó el Informe Económico 2010, centrado en el proceso de consolidación fiscal y en el desarrollo de las reformas como pilares del crecimiento futuro.

El presidente dijo que intentará "hasta el límite de sus posibilidades" alcanzar acuerdos antes de acometer las reformas, porque está convencido de que los cambios pactados surten efectos antes, si bien insistió en que "peor que la ausencia de consensos" es la falta de reformas.

Según Zapatero, el esfuerzo derivado de las reformas emprendidas ayudará a que la economía española crezca una media de entre el 2 y el 2,5 % en el periodo 2011-2015.

Recalcó que a ello contribuirá el reequilibrio de las cuentas públicas, otro compromiso "inequívoco" del Ejecutivo, que llevará a que en 2010 se cumpla "con holgura" el objetivo de reducir el déficit del conjunto de las administraciones públicas al 9,3 % del PIB.

La ausencia de representación sindical llamó la atención en un acto en el que el presidente reclamó varias veces su colaboración para un proceso reformador que está llamado a garantizar la sostenibilidad del Estado del bienestar y para el que también espera la ayuda de la patronal y las fuerzas políticas.

En este sentido, destacó el diálogo "franco e intenso" que el Gobierno mantiene con los sindicatos para la reforma del sistema de las pensiones, de la que subrayó que es imprescindible "por razones demográficas".

Asimismo, incidió en que será "gradual y progresiva", además de flexible, lo que significa que se tendrá en cuenta el tiempo efectivamente trabajado y la naturaleza del empleo desempeñado para poder jubilarse con anterioridad a la nueva edad legal fijada.

Sobre el sistema financiero, Zapatero reclamó a las cajas fusionadas que ejecuten de forma "rápida y eficaz" sus planes de reestructuración operativa e integración de actividades, lo que incluye el cierre de sucursales y el ajuste de plantillas.

Mientras tanto, prometió que el Gobierno seguirá reforzando las medidas extraordinarias de acceso al crédito a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO).

En cuanto la reforma laboral, dijo que hay que avanzar en la concreción de las causas económicas y productivas que justifican el despido, y fomentar que se recurra más a la reducción de jornada o a la suspensión de contratos, en lugar de a su extinción.

Además, recordó que está pendiente la reforma de la negociación colectiva, para evitar "realidades chocantes" como que en los peores momentos de la crisis hayan crecido los salarios.

El presidente confió en que patronal y sindicatos sean capaces de pactar este asunto, pero volvió a decir que si no hay acuerdo el Gobierno adoptará "las medidas que correspondan".

Dentro el calendario reformador, el Consejo de Ministros aprobará en febrero el Proyecto de Ley de Servicios Profesionales, y en los próximos meses se pactarán con las comunidades autónomas unos horarios comerciales comunes y la reducción de las actividades sometidas a licencia municipal.

Entre el público invitado al Palacio de la Moncloa estaba el ex jefe de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos y asesor presidencial de Barack Obama, Paul Volcker, sentado en la primera fila, en la que también estaban el presidente de la CEOE, Juan Rosell, el del grupo Santander, Emilio Botín, y el de Telefónica, César Alierta, entre otros.

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