Economía

Zapatero echa la culpa a Grecia de los ajustes acometidos por el Ejecutivo

  • El presidente afirma que, sin el rescate griego, los mercados no se habrían mostrado tan desconfiados con España · Anuncia menos déficit del previsto a cierre de 2010 y un crecimiento más sólido del PIB

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, adelantó ayer que, pese a Grecia, el déficit público cerró 2010 en un nivel "algo mejor" que el previsto y comprometido con Bruselas, del 9,3%. El saldo negativo de las administraciones también cumplirá con el 6% previsto para 2011. "Las comunidades autónomas están concienciadas", según Zapatero, quien se mostró convencido de que "cumplirán" con la reducción de sus déficits pese a que 2011 es un año de elecciones, en las que suelen hacerse promesas que implican mayor gasto público.

Más concretamente, Zapatero indicó que, por ejemplo, Murcia, que ya había superado su límite de déficit, ha presentado un "plan ambicioso" de saneamiento, a lo que añadió que la actitud de todas las comunidades está siendo "constructiva". El presidente explicó que la reducción del déficit se fundamentará en un crecimiento de la economía que a partir de 2013 permitirá volver a reducir el diferencial del PIB per cápita con Inglaterra, Francia y Alemania. Este crecimiento cumplirá con los objetivos previstos por el Gobierno comenzando por un incremento del 1,3% en 2011. "El crecimiento va a terminar 2010 en positivo y en 2011 pensamos que se va a consolidar".

Según indicó Zapatero, el incremento del gasto público ha servido de respuesta a la crisis, para que no cayera más la economía y el empleo, "salvo en el sector de la construcción", que a la larga ha encajado el 75% de la pérdida de empleos directos e indirectos. "Me negué a hacer cualquier tipo de intervención porque éramos plenamente conscientes de que era el mal de fondo y de que, aunque fuera doloroso, había que acabar con el sobredimensionamiento del sector". Preguntado por si el Gobierno ha llegado tarde con los recortes para ganarse la confianza de los mercados, Zapatero aclaró que, "los recortes hay que hacerlos cuando son necesarios". "¿Por qué le voy a bajar el sueldo a los funcionarios de manera preventiva?", se preguntó, para añadir que si no se hubiera producido el rescate de Grecia y el brote de desconfianza "no habría que haberlo hecho". En este punto, Zapatero aseguró que "la sociedad valora que el Gobierno ha tomado medidas duras y difíciles", y añadió que gracias a ellas se podrá recuperar el crecimiento y la prosperidad. "Eso es lo que a mí me importa", remató.

"El rumbo de las reformas es el adecuado", ahondó Zapatero, para centrarse principalmente en las pensiones. Al respecto, señaló que "es fácil de entender que en 2030 va a haber mucha más gente cobrando pensiones y que hay que ahorrar estando más tiempo en el mercado de trabajo". Por ello, volvió a defender su propuesta de incrementar progresivamente la edad legal de jubilación hasta los 67 años en 2027, hasta permitir que el gasto en pensiones ronde el 10% del PIB. Según dijo, en tanto que la situación actual del sistema es mejor que la de otros países de la UE, esta medida "es razonable y se puede hacer progresivamente", para que en 2050, una vez digerido el repunte del número de pensionistas, "se vuelva a tener una situación mucho mejor".

Por último, descartó implantar el copago sanitario, puesto que "el ahorro es muy pequeño" y "tiene un riesgo de incentivar la prevención de las enfermedades".

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