Economía

"No habrá cambios bruscos en Turismo; quiero escuchar las inquietudes del sector"

  • El consejero de Turismo y Comercio asegura estar "como un palomo en un palomar nuevo" y critica la "suicida" política de recortes del PP, que a su juicio ha provocado la caída de los turistas nacionales

Rafael Rodríguez ha sido una de las grandes sorpresas en el nuevo Gobierno de José Antonio Griñán. Es muy conocido en Málaga tras haber sido parlamentario andaluz, vicepresidente de la Diputación o portavoz de IU en el Ayuntamiento con Celia Villalobos y Francisco de la Torre, aunque estaba fuera de los focos políticos desde hace ocho años como consejero de la Cámara de Cuentas. Es licenciado en Derecho, tiene 49 años, está casado y tiene tres hijos. Ayer recibió la cartera de Turismo y Comercio de manos de su "amigo" y ahora compañero Luciano Alonso.

-Vaya sorpresa. Estaba usted retirado de la primera línea política.

-Sí, sí, estaba totalmente retirado de la primera línea política desde hace ocho años y, bueno, sí ha sido una sorpresa porque no me lo esperaba. Diego Valderas me planteó esa posibilidad y es un nuevo reto que afronto con mucha ilusión y muchas ganas. Lo intentaré hacer, como siempre, lo mejor posible.

-Ha saltado de detrás de la barrera a ser directamente primera espada.

-Tenía la vida planificada en base a una estructura y a una responsabilidad. Esa planificación ya no me sirve, pero la inteligencia está en saber compaginar en todos los ámbitos la vida pública y la privada. Estoy como un palomo en un palomar nuevo. Intentando conocer todo lo que significa la Consejería.

-¿Qué es lo primero que va a hacer como consejero de Turismo y Comercio?

-He tomado posesión como consejero pero no he tomado todavía posesión de la Consejería. Lo primero es conocer la Consejería, el presupuesto actual y comprometido, la ejecución del mismo, los proyectos en marcha... Ese es el primer paso. Una vez que tenga eso hilvanado, que será pronto, tengo que ir conformando un equipo para impulsar los diferentes áreas, la coordinación y poner en marcha todo el trabajo. En tercer lugar también es inmediato, a partir de la semana que viene, la interlocución social.

-¿Cuándo se reunirá con los empresarios y qué relación espera tener con ellos?

-El sector turístico tiene unos interlocutores muy válidos, muy profesionales, que conocen muy bien el sector y son muy solventes y con los cuales estoy seguro de que será fácil trabajar. Quiero escuchar sus opiniones, sus balances, sus propuestas e intentar, a partir de ahí, ir construyendo los consensos necesarios para impulsar todo el trabajo en la Consejería, siendo consciente de que la Consejería trabaja para un sector que es fundamental para Andalucía, su estructura productiva, laboral o su balanza comercial. Es necesario que todos los sectores implicados se sientan corresponsables y es lo que yo voy a intentar. Lógicamente, cada vez que un consejero entra, y en este caso de IU, tiene ideas que poner sobre la mesa, que completarán lo ya ejecutado, matices y propuestas que quiero ver con el sector. La clave será articular el mayor consenso posible.

-El consenso ha sido la línea marcada por Luciano Alonso en los últimos años.

-Sí. Ya en la anterior legislatura el grupo parlamentario de IU alcanzó niveles de consenso y acuerdos importantes con la Consejería de Turismo y, por lo tanto, no va a haber cambios bruscos. Vamos a escuchar lo que opina el sector y los interlocutores sociales, vamos a ver las propuestas que nos traen para modernizar el sector, avanzar en la innovación o mejorar la promoción.

-¿Qué objetivo se marca en materia de comercio?

-Para mí es fundamental. Voy a procurar de manera concluyente que Comercio no quede solapado dentro del engranaje de Turismo. Estamos hablando de la pequeña y mediana empresa andaluza y de una estructura empresarial que da forma, vida y color a nuestros pueblos y ciudades, que genera empleo, recursos y riqueza y debe encontrar en la Consejería el aliado necesario para modernizarse, mejorar su competitividad y su capacidad para hacer frente a los retos que impone el mercado actual. Comercio tiene que tener personalidad propia y va a tener políticas propias.

-Es un sector que mueve miles de millones de euros y de empleos, igual que el turismo.

-Sí, pero no solo eso. Es que da forma a las ciudades y los pueblos tal como los entendemos. No es un sector solamente económico, sino de la estructura urbana. Vamos a ver qué podemos hacer.

-Volviendo al área turística, ¿qué segmentos piensa potenciar?

-Ahora mismo quiero escuchar. Hay líneas de la Consejería que se van a mantener. Quiero saber cuáles son las prioridades e inquietudes del sector antes de plasmar lo que será nuestro compromiso de gobierno. La semana próxima la dedicaré a escuchar a todos los interlocutores del turismo y del comercio.

-¿Se va a mantener el Plan Qualifica para remodelar y modernizar la Costa del Sol?

-Vamos a seguir intentando que ese programa siga adelante, pero el Gobierno central lo ha desprogramado. Las partidas que había previstas para el Plan Qualifica no están en marcha y eso va a suponer un handicap. El PP, en lugar de estar tan preocupado porque IU asuma la Consejería, debería estar preocupado porque recorta las políticas presupuestarias en programas tan importantes como el Qualifica, afectando a la capacidad de competitividad, la modernización de nuestro sector y que nuestro producto sea de primera calidad.

-Usted es considerado un hombre de consenso y así lo está defendiendo en esta entrevista. El PP dirige el Patronato de Turismo de la Costa del Sol. ¿Cómo será la relación?

-Yo no tengo frustración personal que poner sobre la mesa ni sectarismo político que poner sobre la cabeza. Yo quiero colaborar leal e institucionalmente con todos aquellos que tengan algo que decir en materia de turismo y espero de todos ellos que actúen con la misma lealtad y corresponsabilidad porque estamos hablando de un sector fundamental para Málaga y Andalucía. Con esta trascendencia, uno debe ser cauto en las descalificaciones y prudente en la crítica, sobre todo, cuando es a priori, es decir, cuando esa descalificación y esa crítica se basa solo en el sectarismo o solo en la frustración.

-Llega en un momento de incertidumbre turística, con fuertes descensos del mercado nacional.

-Uno llega cuando llega [se ríe]. Espero que la cosa cambie. Es normal que el turismo nacional baje. Las políticas de austeridad, recortes y agresión afectan a todos los sectores productivos y a toda la dinámica económica de la comunidad. Es una política suicida. La política del ajuste por el ajuste y la obsesión por el déficit y los recortes, pero espero que eso también pueda cambiar y que al final las políticas que impulsen el crecimiento, la economía y el empleo se abran paso. De hecho, en Andalucía uno de los elementos básicos del programa de gobierno del PSOE e IU es situar el empleo sobre la mesa y, en época de recortes por doquier, poner sobre la mesa un paquete de 300 millones de euros para un plan de empleo. Espero que todo eso contribuya a mejorar la expectativa económica de los ciudadanos y, a partir de ahí, la expectativa de sectores como el turístico. Tenemos que trabajar para que la oferta turística andaluza sea competitiva y afronte estos tiempos complicados con la mayor fortaleza posible.

-¿Qué le ha dicho Alonso al pasarle la cartera de la Consejería?

-Me ha dado la enhorabuena y se ha puesto a mi disposición junto con su equipo para todos los temas. Luciano es una persona con la que tengo un trato muy bueno desde hace tiempo.

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