La cascada de malos datos sobre la evolución de la economía a ambos lados del Atlántico propició ayer una nueva jornada negra en las principales bolsas del mundo. Mientras en EEUU se constataba el descenso de la actividad en el sector servicios, en España la confianza de los consumidores bajaba a niveles históricos y la producción industrial caía un 2,4 por ciento. La combinación de estos factores se tradujo, en el caso del Íbex 35, en su segundo mayor descalabro, después del vivido el pasado 21 de enero, cuando cedió un 7,54 por ciento. En la sesión de ayer, el selectivo español cayó un 5,19 por ciento y se situó en los 12.814,7 puntos.

Constructoras y entidades financieras recibieron los mayores castigos, en una jornada en la que el Índice General no pudo abstraerse de los descensos y perdió un 4,79 por ciento. La misma senda siguieron el resto de los parqués del Viejo Continente, que vieron acentuados sus recortes, tras conocerse la apertura a la baja de Wall Street -el Dow Jones se dejaba un 1,57 por ciento y el Nasdaq, un 1,4-. Así, el CAC 40 de París se dejó un 3,96 por ciento, el DAX de Fráncfort, un 3,36, y el FTSE 100 londinense, un 2,63 por ciento.

A dos días de la nueva reunión del Banco Central Europeo -el encuentro del Consejo será mañana-, que tan reacio se ha mostrado hasta ahora a bajar los tipos en la Eurozona, los mercados ya descuentan que la Reserva Federal volverá a recortar el precio del dinero en EEUU para reactivar la primera economía mundial.

De vuelta al selectivo español, todos los valores terminaron en negativo, siendo las pérdidas más modestas las de Sogecable (-0,04 por ciento). Para los demás valores, los recortes fueron severos, haciéndose notar de manera especial en los títulos de las constructoras. Las malas noticias que envuelven al sector, desde el incremento del paro, a la confirmación de la desaparición de empresas -el 40 por ciento de las oficinas inmobiliarias cerró en 2007-, fueron un lastre para estas compañías, que terminaron en la parte baja de la tabla. Algunos, como Carlos March, presidente de Banca March, se atreven a pronosticar que la crisis inmobiliaria durará tres años y tendrá efectos colaterales en el sector financiero.

Lo peor de la jornada bursátil le tocó a Sacyr Vallehermoso, cuyas acciones se dejaron un 7,14 por ciento. Le siguió de cerca ACS. Las acciones de la constructora presidida por Florentino Pérez cedieron un 7,09 por ciento, coincidiendo, precisamente, con la confirmación, por parte de Banca March, de que mantiene conversaciones con EDF y otras empresas sobre Iberdrola. Muy cerca se situaron Ferrovial, FCC y Grifols, que cedieron un 6,2, un 6,87 y un 6,51 por ciento, respectivamente. También se sumaron al carro de las pérdidas Telecinco, que bajó un 6,42 por ciento, e Inditex, que registró una nueva sesión para olvidar, al dejarse un 6,13.

El sector bancario, influido por el recorte de las recomendaciones del sector financiero en EEUU, fue otra víctima de los descensos. Muestra de ello es el retroceso del 5,89 por ciento que se apuntó el BBVA y el 5,34 del Santander. No obstante, el castigo más significativo se lo llevó Bankinter, al descender un 7,06 por ciento. El balance resultó algo más benévolo para Banesto, el Sabadell y el Popular, que se dejaron entre un 4,87 y un 5,98 por ciento.

En cuanto a los grandes valores, Iberdrola y Endesa fueron los que mejor parados salieron. Los títulos de la eléctrica vasca cedieron un 3,62 por ciento en el día en el que el Gobierno vasco expresó su rechazo al posible troceo de la empresa y en que la Federación de Cajas de Castilla y León defendió la españolidad de la compañía que preside Ignacio Galán ante las apetencias de la eléctrica pública francesa EDF.

Endesa, por su parte, retrocedió un 3,32 por ciento, una caída que para Unión Fenosa fue del 4,1 por ciento. Gas Natural y Repsol YPF bajaron un 4,74 y un 4,49 por ciento, respectivamente, mientras que los títulos de Telefónica perdieron un 4,64.

En el mercado de divisas, el euro sufrió un correctivo, para acabar la sesión con un cambio de 1,462 dólares. En el mercado de las materias primas, el baril de petróleo Brent, el que se toma como referencia en Europa, se abarató cerca de un 2 por ciento, para colocarse por debajo de la barrera de los 89 dólares.