Economía

La banca española debe mejorar su eficiencia para competir con la europea en la Zona Única

  • El informe AT Kearney recoge que el sector banquero español debe mejorar sus servicios para alcanzar a las entidades más competitivas, que son las alemanas, belgas, holandesas y luxemburguesas

Los bancos españoles deberán afrontar la amenaza de la entrada de la banca europea en España con la creación de la Zona Única de Pagos para el Euro (SEPA) mejorando su eficiencia y servicios para mantenerse competitivos, ya que las entidades alemanas, belgas, holandesas y de Luxemburgo son más eficientes por sus bajos costes de procesamiento.

Así se desprende de un estudio de AT Kearney presentado hoy por el responsable del área de Instituciones Financieras de la firma, Juan Lafont, quien advirtió de que en los próximos años los bancos europeos competirán por hacerse cargo de las más de 70.000 transacciones anuales y de entre 60.000 a 70.000 millones de euros de ingresos bancarios de la UE a 27.

"Seremos testigos de ofertas innovadoras para retener a los clientes", ya que todos los pagos serán domésticos en Europa, las domiciliaciones se podrán realizar a escala europea y habrá estándares comunes para gestionar el efectivo en los cajeros, por ejemplo, dijo.

"Los bancos ganarán menos, por lo tanto necesitarán ser más competitivos" y ofrecer algo diferente para mantener sus cuotas de mercado, sostuvo el experto, si bien precisó que este eventual descenso de ingresos podrá compensarse con un aumento de las fuentes de ingresos.

En este escenario, los consumidores se beneficiarán del abaratamiento de los servicios de pago en muchos países, así como de una mayor oferta y una mayor seguridad de transacciones, pero también deberán afrontar la diversidad de estrategias bancarias para aumentar el ingreso medio por cliente, puntualizó. FUSIONES Y ALIANZAS EN LA BANCA MEDIANA.

A su parecer, los grandes bancos con estructuras de costes pequeñas se expandirán por toda Europa, mientras que los bancos medianos y pequeños necesitarán revisar su oferta de productos y política de costes, lo que podría dar lugar a fusiones o alianzas en este segmento.

"La gran banca tipo Santander, BBVA, Caja Madrid y La Caixa está mejor preparada para afrontar el SEPA", al haber modernizado su modelo organizativo y desarrollado unidades de medio de pago globales", indicó Lafont, para quien la alta tecnología y la innovación en servicios para ser eficientes son la clave para defenderse en este nuevo escenario.

El responsable de Instituciones Financieras de AT Kearney pronosticó que para las pequeñas entidades es "extremadamente difícil" soportar las inversiones necesarias para adaptarse al nuevo entorno único de pagos y que, en muchos casos, éstas no podrán ser amortizadas con un elevado volumen de operaciones.

Sólo un número muy pequeño de bancos internacionales y paneuropeos podrá aprovechar su red europea y alcanzar los volúmenes necesarios para rentabilizar esas inversiones, sobre todo en los servicios de valor añadido, auguró.

En este sentido, aventuró que las entidades optarán por tratar de convertirse en un competidor fuerte en el especio de pagos o de subcontratar la maquinaria de pagos, lo que redundará en la consolidación de entre cinco y diez proveedores y procesadores tanto para tarjetas como para pagos.

Por otro lado, el nuevo panorama abre la posibilidad a las empresas de telecomunicaciones de entrar en los servicios financieros y ofrecer pagos y domiciliaciones, y capacitará a bancos y entidades a funcionar como operadores móviles virtuales (OMV). "El mercado tradicional será invadido por otras entidades", indicó.

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