Economía

La facturación de las grandes empresas cayó un 8,7% en junio, el peor dato desde 1996

  • Las ventas interiores caen un 10,2% por el frenazo del consumo, mientras que las exportaciones están prácticamente estancadas

La ventas totales de las grandes empresas -las que facturan más de 6 millones de euros- se situaron en 85.819 millones de euros en junio, un 8,7% menos que en el mismo mes del pasado año, lo que supone la mayor caída desde 1996 y el quinto descenso consecutivo en lo que va de año, según la estadística 'Ventas, Empleo y Salarios en las Grandes Empresas' elaborada por la Agencia Tributaria.

Estas cifras, que han sido elaboradas a problación constante y con datos corregidos de calendario y deflactados, arrojan también una caída trimestral del 4,9% y un descenso acumulado a lo largo del primer semestre del 3,4%.

Según precisa la Agencia Tributaria, la disminución de los ingresos se aprecia especialmente en la ventas interiores, que cayeron un 10,2% en junio como consecuencia de la ralentización del consumo. El organismo adscrito al Ministerio de Economía y Hacienda destaca la tasa negativa de en grandes superficies y, sobre todo, en el comercio de alimentación.

Además, apunta que "en los servicios de consumo se acusan los desfavorables resultados del transporte y de las comunicaciones, junto con algún atípico negativo en los servicios de ocio".

Por su parte, las exportaciones, que ascendieron a 12.276 millones de euros, también se han ido debilitando con el paso del tiempo, de forma que ya en junio presentan "prácticamente un estancamiento" por el deterioro de las ventas a la UE (-3%), especialmente en la rúbrica de automóviles, frente al incremento experimentado en el caso de las ventas a terceros países (+5,1%).

En el caso de las importaciones, éstas encadenan su tercera caída mensual consecutiva, con un descenso del 11,1%, hasta los 17.591 millones de euros, con especial incidencia en las procedentes de la UE (-15,6%). En el caso de terceros países, la tasa retrocedió un 1,8%.

Por último, el informe señala que los precios, medidos por el deflactor implícito de las ventas interiores, han vuelto a acelerarse, por culpa, especialmente, del componente energético.

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