crisis en el campo andaluz Frunet contrata a un bufete de abogados de Hamburgo

"Nuestro nombre ha quedado machacado"

  • La empresa malagueña señalada por la crisis del pepino acude a Hamburgo a defenderse · No es recibida por las autoridades

Productores y representantes del sector hortofrutícola español afectados por la crisis del pepino se defendieron ayer en Hamburgo, ciudad alemana donde se originó y a la que viajaron, no sólo para buscar indemnización, sino sobre todo para reparar el "daño moral" que se ha causado a sus empresas.

"Ahora mismo no somos una pequeña empresa, sino una empresa muerta. Nuestro nombre ha quedado machacado", subrayó Antonio Lavao, propietario y socio fundador de la cooperativa agraria Frunet, empresa malagueña a la que Alemania vinculó al brote de agresiva bacteria intestinal Escherichia coli, que ya se ha cobrado la vida de 18 personas en Alemania y se ha extendido por otros 12 países.

"Somos una empresa pequeña dentro de un sector muy grande. Los demás volverán a vender pepinos, pero mi caso es diferente, yo he sido nombrado y he sido marcado. Puede que esto vuelva a su sitio, pero de momento somos una empresa muerta, cerrada", afirmó Lavao.

Frunet empaqueta, entre otros productos, tomates, pimientos y berejenas y vende más del 30% a Alemania. "Constantemente estamos siendo auditados y testados. Vendemos a supermercados, mayoristas de mercados centrales y tiendas especializadas, y jamás hemos tenido un problema con gérmenes en nuestra empresa".

"Nunca, repito, nunca tuvimos ningún problema en 17 años, ni de salud ni de bacterias", remarcó, por su parte, Miguel Cazorla, propietario de la plantación de la que procedió uno de los lotes de pepinos a los que la prensa sensacionalista alemana tachó de "asesinos".

Sus argumentos los reforzó un miembro de una institución independiente alemana encargada por el comercio minorista del país de efectuar controles sanitarios de alimentos. El experto Udo Lampe, de Analytica Alimentaria, abundó en detalles sobre los centenares de pruebas adicionales practicadas para Frunet tanto en España como en toda la cadena de transporte hasta llegar a Alemania tras el fatídico anuncio.

Los empresarios malagueños han contratado un bufete de abogados en la ciudad del norte alemán, que estudia la posibilidad de demandar una indemnización, pero no se cansan de repetir que hay un daño moral que tiene que ser reparado, un reclamo que el gobierno hamburgués no parece dispuesto a atender.

"Hemos solicitado una entrevista con las autoridades y queríamos presentar la empresa y explicarles que no hemos sido. Hay un daño económico, pero para mí es muy importante el daño moral; si por lo menos hubieran pedido disculpas, si hubieran mencionado nuestro nombre en un tono favorable...", se quejó el responsable de la empresa. Sin embargo, por parte del gobierno regional no ha habido reacción, según relató la abogada Sabine Pellens: "No hemos tenido ninguna reacción a la solicitud de entrevista. Tampoco a la petición formal de que se corrijan las declaraciones iniciales. Nos reservaremos el derecho de tomar medidas".

Pellens criticó que aún no le haya sido permitido a las empresas estudiar la documentación sobre lo ocurrido. "Recibimos resultados incompletos de las autoridades". Lavao cree que los alemanes han cometido errores en los análisis, según denunció ayer a la agencia Efe. El empresario Considera que las autoridades sanitarias de Hamburgo no actuaron con el debido esmero y que, entre otros errores, no se realizaron contraanálisis.

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