Economía

Los productos del campo son cuatro veces más caros en los supermercados

  • COAG-A y UCE-A denuncian que el recorte de la renta agraria no se traduce en un abaratamiento a los consumidores

El precio de los productos del campo sufre un encarecimiento del 447% desde la huerta a los supermercados, con la sandía (990%), la alcachofa (844%) y el pepino (819%) a la cabeza, según los datos del Índice de Precios de Origen y Destino (IPOD) presentado ayer por el secretario general de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos en Andalucía (COAG-A), Miguel López, y el presidente de la Unión de Consumidores de España en Andalucía (UCE-A), Juan Moreno, que señalaron que el IPOD agrícola asciende a una diferencia del 471%, mientras que el ganadero se sitúa en el 331%.

López y Moreno indicaron que la divergencia de precios está afectando a la caída de la renta agraria pero no abarata las compras de los consumidores. "Detectamos algún tipo de acción especulativa e insistimos en la necesidad de evitar que la alimentación sea refugio de este tipo de prácticas", denunció Moreno.

"La distribución aprovecha la concentración de la producción para hundir los precios a los agricultores y aumentar los precios a los consumidores", indicó López, que subrayó que esta situación, en el actual "marco de crisis estructural" -comprobada la tendencia de declive de la renta agraria, con una caída del 11,6% en la Unión Europea el año pasado- "se traducirá en una quiebra que el sector no podrá aguantar".

Los datos reflejan, por otro lado, que hay una tendencia anual descendente en la evolución del IPOD desde mayo de 2008, aunque según los representantes de UCE-A y COAG-A ello se debe a la crisis económica que se vive en los últimos años en el país, pero "si viviésemos una época de bonanza, la diferencia entre precios aumentaría", matizó López.

Ante la crisis sufrida en la agricultura, López recalcó que "política e institucionalmente se le está dando la espalda al campo, pues se sigue sin tomar medidas rápidas y contundentes para garantizar una nueva política agraria", mientras que los trabajadores "están viviendo un régimen de autoexplotación para no perder el patrimonio creado en muchos años".

El secretario general de COAG, exigió "un cambio de directrices con carácter urgente para no destrozar el sistema productivo, siendo necesario que el Gobierno apoye al agricultor nacional". La cumbre celebrada la semana pasada entre la UE y Mercosur fue objeto de crítica "por estar destinada a potenciar a los grandes grupos industriales con intereses en Iberoamérica, en vez de apoyar al sector agrario, un elemento básico para mantener la economía".

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