La evolución del modelo de televisión

Una televisión adaptada a las nuevas formas de consumo audiovisual

  • La forma tradicional de ver la tele convive con la visualización multipantalla de contenidos a la carta, un hábito que coge fuerza por el impulso de los jóvenes.

La forma de consumir y ver televisión ha cambiado en los últimos años. Junto a la televisión lineal tradicional, la que se consume a la hora en que se emite, conviven los formatos derivados de internet y el consumo bajo demanda en otras pantallas, como tablets y smartphones, o la televisión de pago y otras plataformas de distribución de contenido audiovisual como Netflix, HBO y Amazon. 

 

La adaptación del medio y de los contenidos producidos a estas tendencias y los retos del sector fueron el tema de debate de La evolución del modelo de televisión, un café informativo impulsado por Telefónica con la colaboración de Grupo Joly. Participaron en este encuentro el director de Contenidos de Movistar+, Alex Martínez Roig; el gerente de Marketing de Telefónica, José María Corella; el director de Negocio de Astra Ibérica, Miguel Pingarrón; la consejera del Consejo Audiovisual de Andalucía María Luisa Pérez; y el director de la Andalucía Film Commission, Carlos Rosado.

 

Uno de los asuntos analizados fue la situación de la televisión convencional, cuya audiencia ha envejecido porque las generaciones más jóvenes dedican más tiempo a ver la televisión a través de plataformas como Youtube. Así, Alex Martínez Roig habló de la "gran velocidad" a la que están cambiando los hábitos de los espectadores, que buscan una "televisión personalizada". Para el director de Contenidos de Movistar+ el reto es saber si van a convivir estos dos tipos "contradictorios" de visualización, la lineal y la no lineal, bajo demanda. 

 

En 2015, los abonados a la televisión de pago superaban los 5 millones y medio y el 82% de éstos tenían el servicio contratado por paquetes, según la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC). "La televisión premium, la de pago, es de más calidad, es educativa y formativa, cuenta con contenidos exclusivos de series y películas, con producciones españolas de calidad y es la única que crece en cuota de pantalla", indicó Martínez Roig.

 

Miguel Pingarrón consideró que "la televisión de pago ha evolucionado, mientras que la de en abierto no" y previó que el satélite, como "plataforma de difusión fácil y rentable con cobertura del 100% del territorio", va a ser el medio que mejor se adapte a las nuevas necesidades, como los contenidos en 4K, aunque va a seguir conviviendo con la televisión lineal.

Corella añadió que la expansión de la fibra ha permitido a Movistar "proveer a los clientes de un disfrute diferencial con respecto a la televisión en abierto": servicios multipantalla en Yomvi, grabación de hasta 350 horas de contenidos para verlos más adelante, posibilidad de pausar un programa o de verlo sin conexión, sonido en alta definición, diferentes señales para ver una carrera de Fórmula 1, contenidos accesibles para personas con discapacidad en la plataforma Movistar+ 5S, etc. Así, sólo en Yomvi se han registrado 15,5 millones de descargas legales, 21,8 millones de conexiones lineales en pantallas diferentes a la televisión y 3 millones de dispositivos conectados. 

 

Uno de los problemas que se está encontrando el sector es el de la medición de los datos de audiencia multipantalla, como apuntó Alex Martínez: "las empresas auditoras miden sólo la televisión principal y no otras pantallas; hay que cambiar el sistema de medición", sugirió.

 

Otro factor al que se refirió  fue el aumento del interés por ver contenidos en versión original, palpable en el hecho de que dos tercios de los espectadores de la serie Juego de tronos han visto el capítulo el día del estreno en versión original subtitulada, "algo que no había pasado jamás", y el 50% de los usuarios totales eligieron la versión dual. "Hay nuevas necesidades y tenemos que estar atentos para adecuarnos a ellas", manifestó.

 

Carlos Rosado se mostró más escéptico ante este cambio de modelo de televisión y se preguntó si llevaba aparejado un cambio también en los contenidos ofertados. "La estructura de los contenidos es la misma de hace diez años, parece que sólo haya cambiado el envoltorio", dijo. Y  María Luisa Pérez se mostró de acuerdo y apuntó que el 70% de los contenidos de la televisión de pago es ficción y el 22% deportes. "Los usuarios queremos más, como información y producciones españolas de calidad". También admitió que "hay tal oferta de contenidos que no hay tiempo de consumirlos".

 

Para la integrante del Consejo Audiovisual de Andalucía, la televisión de pago "crecerá si se cuidan los contenidos. Es una vía de negocio y una necesidad ética, aunque la diferenciación no suele ser rentable", dijo. Corella respondió que, frente a los operadores internacionales, con "mínima producción nacional", los operadores locales como Telefónica son los que impulsan el contenido español. "Tenemos el compromiso de producir entre ocho y diez series españolas al año", añadió Alex Martínez, como La peste, dirigida por Alberto Rodríguez.

 

Sin embargo, Carlos Rosado se mostró preocupado por la defensa de la identidad cultural y del talento regional  frente a la globalización, si bien reconoció que los formatos de series españolas se están vendiendo fuera. También reivindicó el papel de la Andalucía Film Commission, que considera que el rodaje "es una industria" y que gestiona más de mil rodajes al año internacionales -Juego de tronos, Emerald City, Penny Dreadful- y españoles -Allí abajo, Mar de plástico, El Príncipe, Rabia-. Su trabajo ha conseguido que Andalucía "tenga un papel competitivo y eficiente" y ha colocado al territorio y a la industria autóctona al servicio del rodaje, de forma que el 82% de la contratación de empresas y profesionales se hace en Andalucía.

 

También reflexionó sobre los efectos que pueda tener el Brexit en relación a las producciones inglesas y al papel de Reino Unido como vía de acceso del mercado estadounidense en Europa. "Quizá suponga una oportunidad para el resto de producciones europeas", señaló. Miguel Pingarrón opinó que "la globalización no tiene que ir en contra de la identidad local".

Finalmente, entre los retos pendientes se mencionó la regulación de la competencia de empresas globales como Google y el necesario control de la piratería. 

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