Elecciones

Camino a las urnas

  • Torres Hurtado, Cuenca y Puentedura arrancan la campaña llamando a la participación · El alcalde confía en que su gestión le haga revalidar triunfo y la oposición se presenta como "el cambio"

UN cuarto de hora da para mucho. Y no, malpensados, no van por ahí los tiros. Un cuarto de hora fue lo que duró el encuentro programado ayer por Granada Hoy entre los tres principales candidatos a las elecciones municipales del día 22. 

Se trataba, por aquello del cierre de la edición que tanto suele apremiar a los de este gremio, de hacer una pequeña trampa y permitirles que se expresaran ya libremente en clave de campaña (es decir, pidiendo el voto para su partido si lo veían conveniente) a sabiendas de que estas líneas no verían la luz antes de que la ley electoral lo permitiera. Más cómodo para todos, sin duda, que esperarse hasta las doce de la noche.

 

La cita era justo delante de la gran estatua en honor al Gran Capitán que preside el bulevar de la Avenida de la Constitución, que por cierto está más acogedor conforme más frondosos están sus árboles. El primero en llegar, antes incluso de la hora fijada, fue Paco Cuenca.

 

De traje de chaqueta y con corbata verde, en apariencia tranquilo pese a que confiesa llevar un trajín importante desde hace meses. Eso sí: saca tiempo todos los días para llevar a su hijo al colegio, recogerlo y almorzar en casa. Se lo ha impuesto como norma y por ahora lo está cumpliendo a rajatabla.

 

Muy poco después aparece otro Paco, Puentedura de primer apellido. Americana, camisa, vaqueros y ausencia de corbata. Arreglao pero informal, como dijo aquella. Pide un cigarrillo porque dice que no tiene tiempo ni para comprar tabaco. También confiesa que a la campaña le está echando más horas que un reloj y que el ritmo es infernal, pero que por ahora el cuerpo aguanta. Y no lo dice, pero el mensaje va implícito: sarna con gusto no pica.

 

A las nueve y media en punto, ni un minuto después de la hora en la que se había fijado el encuentro, aparece José Torres Hurtado, aunque dado que los otros dos prefieren el diminutivo, lo suyo sería llamarle Pepe, que por lo demás es el nombre por el que todo el mundo lo conoce. De traje de chaqueta y corbata roja con topitos blancos, con el aire jovial y campechano del que suele hacer gala, proclama que él siempre llega puntual a sus citas. En esta ocasión demuestra que es totalmente cierto.

Se saludan de manera cordial, se diría que hasta con cariño, como dejando claro que la crítica política no implica la enemistad personal. Avanzan juntos por el bulevar en busca del lugar idóneo para las fotos y mientras pasean con parsimonia hablan de cosas triviales. 

 

Llega la hora de posar y se les ve duchos en la materia. El que más versátil parece delante de la cámara es Cuenca, pero a Torres Hurtado  se le nota que ha chupado cámara más que nadie (su amplio currículum político le delata) y compone con gran naturalidad una sonrisa que sabe que llega, que es cercana. En cuanto a Puentedura, se le ve un poco más envarado, por lo menos al principio, pero luego va adquiriendo soltura.

 

Mientras mira al objetivo, el alcalde no puede reprimir la broma típica en estos casos: "Me habéis puesto en el centro y Cuenca es el que está a la derecha", y pone un gesto como el del que dice: "Luego a mí no me digais na...".

 

Termina la sesión fotográfica y llega el momento en el que los políticos tienden a ponerse más serios, que es cuando tienen enfrente una grabadora. Rompe el hielo el candidato popular y su primer mensaje es una clara invitación a pasarse por las urnas dentro de 16 días. 

 

"La democracia -afirma- está para que el pueblo decida quién tiene que gobernar, así que mi deseo es que todo el mundo vaya a votar ese día, que haya una muy buena participación".

 

Nadie pone en duda que es el favorito y las encuestas realzan esa opinión generalizada. Aun así, el alcalde quiere ser prudente para la ocasión. "La verdadera encuesta es la del 22 de mayo y ese es el día en el que hay que revalidar el triunfo, si es que los ciudadanos quieren", resalta, para añadir que lo que sí tiene muy claro es que él y su partido van a trabajar "para mandar un mensaje a los granadinos sobre nuestros proyectos de ciudad para los próximos cuatro años".

 

La postdata de su discurso es lo más partidista del mismo. "Presentaremos esos proyectos apoyándonos, además, en la gestión que hemos hecho durante estos últimos ocho años". Es decir, que confía en que él y su equipo de gobierno han hecho un buen trabajo, tan bueno como para ver revalidada la confianza del pueblo.

Paco Cuenca también hace una explícita invitación a lo que un compañero de su partido dijo hace algunos años: llenar las urnas de votos. "Lo primero que quiero hacer es invitar a la gente a disfrutar de la fiesta de la democracia. Creo que la transformación de una ciudad no la hacen ni los candidatos ni los partidos, sino las personas que habitan en ella", recalca.

 

A esos ciudadanos les pide que lideren "la rebelión cívica", definida ésta como "el impulso que necesita Granada" para mejorar. "De los granadinos depende, así que les pediría que participen, que opinen, que se movilicen, porque ésta es su oportunidad de comprometerse", insiste.

 

Al candidato socialista no le desaniman las encuestas adversas. Asegura que él tiene la suya propia y es el resultado de "ocho meses hablando con miles de personas", tras lo cual llega a la conclusión de que Granada quiere ese cambio del que antes ha hablado. "Hace falta una nueva forma de hacer política, de aprovechar las oportunidades para crear empleo. Es lo que me están trasladando esos ciudadanos, es mi percepción".

 

Termina manifestando su esperanza de que "el gran porcentaje de indecisos" que todavía existe termine por decantarse a su favor. Y, fiel a su estilo, agrega un mensaje deportista: "Hasta el día 22 de mayo hay que jugar el partido".

 

Puentedura anima a todos a "participar en la campaña, a que conozcan las propuestas de todas las opciones políticas" y, arrimando ya el ascua a su sardina, también a que "ayuden al cambio que está demandando la sociedad granadina para recuperar la ciudad, para rescatar la democracia y la política con mayúsculas. Son cosas que no pueden hacerse sin la participación de los granadinos", advierte.

 

El candidato de IU también alerta contra el peligro de la abstención, que califica de "enemiga de la democracia y responsabilidad de las organizaciones políticas". Para mantenerla a raya, dice que su formación se centrará "en ilusionar a los ciudadanos, a decirles que no todos los partidos son iguales y que hay fuerzas, como la nuestra, que pretenden un cambio de verdad, no una alternancia para que no cambie nada. Que quieren hacer una política con la complicidad de todos".

Al final, por lo que se ve, ha sido el más sintético y el que más ha aprovechado la oportunidad de que le hicieran la pregunta.

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