AL dar una vuelta por Guadalcacín y preguntar a los vecinos acerca de las elecciones, la frase más escuchada es la de: “yo no entiendo de eso”... Pero no hace falta ser un experto en política para dar su visión particular sobre los próximos comicios, por lo que las opiniones, finalmente, acaban surgiendo.

“dame pan y dime tonto”

Al entrar en Guadalcacín por la N-IV , lo primero que puede verse es la venta ‘El Portal’, cuyo propietario, Francisco Javier Nuñez, lleva 11 años al frente de este comercio hostelero. Este vecino de ‘Guada’ confiesa ver el panorama “complicado”, aunque matiza que “será peor para la persona que entre, porque esto ha tomado un cariz que va a ser muy complicado de enderezar”. “No es que la que esté lo haya hecho mal ni el que haya estado antes, pero ya se han ido acumulando los problemas, el paro grandísimo que hay...”, añade.

Pero Francisco Javier es optimista, ya que confiesa estar “contento con la alcaldía de Guadalcacín, pues se han hecho bastantes cosas y mirando al resto de pedanías, creo que ésta es la que mejor está”, algo que según él puede deberse a que“estamos muy cerca de Jerez”.

Durante la Feria del Caballo que está a punto de comenzar, el dueño de ‘El Portal’ prevé que pasará “lo mismo que el año pasado: habrá mucha gente paseando, pero gastando poco”.

En la terraza de su comercio, dos amigos, José y Manuel, ponen el grito en el cielo al ser preguntados por las próximas elecciones. “Estamos muy quemaos, no te lo puedes ni imaginar. La cosa está tan mala que tiene uno que bajarse los pantalones si quiere trabajar”, comenta indignado José Duque, un cerrajero natural de Guadalcacín que afirma estar “aburrío de la actual situación”, pues “antes hacíamos nosotros el presupuesto y ahora te lo hace el cliente y te dice:esto es lo que hay”, añade.

Aunque sin embargo, tiene palabras de elogio para la actual alcaldesa de Guadalcacín, cuya labor califica de “buena”, ya que “ha hecho muchas cosas”, asegura José.

Pero su compañero Manuel es más crítico, pues para él, “lo peor que tienen estos ayuntamientos es que dependen de Jerez. Yo de política la verdad es que entiendo poco, pero cada vez quiero entender menos”. Para este jubilado pedáneo, “no está bien eso de insultarse unos a otros para luego quedar bien cuando están juntos, aunque claro, dame pan y dime tonto”.

bajo techos de uralita

Francisco Fernández es un jubilado de 68 años, vecino de ‘Guada’, que sobrevive gracias a una paga de “20.000 duros”, como él dice, con la que, en ocasiones, mantiene a sus tres hijos en paro “sobre todo los domingos”. Las frutas y hortalizas que cultiva en su huerto y que vende a sus vecinos ayudan a la economía familiar, aunque “la Policía se te echa encima enseguida para que no sigas vendiendo, y encima quieren rebajar las pensiones a los jubilados... pues yo no sé de qué voy a vivir”.

Aunque peor es la situación de Francisco Andrades, actualmente residente en Torremelgarejo, pero que fue vecino de Guadalcacín durante 25 años. A sus 58 años, Francisco vende caracoles por los mercadillos de las barriadas y pedanías de Jerez “para pagarle el coche a mi hijo y que no se lo quiten”. Pero su preocupación va en aumento conforme avanza la conversación: “Gracias a Dios yo tengo mi vida casi resuelta, pero ¿y mis hijos? ¿cómo van a comprarse un piso el día de mañana, si no tienen dinero?”, se pregunta.

Actualmente, vive “bajo un techo de uralita, como los cochinos, porque no puedo construir uno mejor ya que el permiso de obra me valdría más que la reforma en sí”, asegura.

“estoy deseando irme”

Aunque lo que predomina en Guadalcacín es el vecino que afirma no ser “de ningún partido”, clase a la que pertenece Juan Valle, un pintor natural de Arcos que asegura ser sólo del partido “de mi casa”.

Esta indiferencia ante la política la complementa con una frase tajante: “esto no tiene arreglo, porque cada uno va a su bola”. A pesar de llevar poco tiempo en Guadalcacín, asegura estar “deseando vender mi casa para irme a Jerez”.

Juan, que se considera feriante, pues “yo no me pierdo ni una”, cree que la Feria de este año “va a ser un desmadre, porque puede que no haya ni autobuses”, aunque “para eso están los taxis”.